La Zona Hermética de Sabadell baja la persiana

Fue una de las zonas de ocio más concurridas por los jóvenes de toda Cataluña durante la década de los 90 y principios de este siglo. Pero también un foco de conflicto e incluso violencia. Después de un cuarto de siglo de historia, la zona Hermética baja la persiana. En los últimos meses han cerrado la mayoría locales nocturnos. Este sábado lo hará la mítica discoteca Park Paladium de Sabadell. Solo quedarán tres, que harán lo propio en los próximos días en cumplimiento de las sentencias judiciales que avalan el plan del Ayuntamiento impulsado para clausurar esta zona.

En 2011 el Gobierno municipal liderado por Manuel Bustos (PSC) aprobó el Plan especial de regulación de los usos recreativos y de restauración del barrio de Gràcia, donde se ubica la Zona Hermética, con la intención de trasladar las discotecas, en un plazo de cinco años, al nuevo polígono de Sant Pau Riu-sec, donde se instaló Ikea. Los locales pronto recurrieron el plan porque lo consideraban “inviable económicamente”. “Teníamos que dejar unos locales en los que habían invertido mucho dinero pagar comprar otros nuevos y rehabilitarlos. Si te echan de un sitio al menos deben compensarte porque aquí estamos legalmente”, se queja Joan Cosp, presidente de la Asociación de locales de la Zona Hermética.

La batalla legal, que ha durado cinco años, acabó en noviembre de 2016 con una sentencia del Supremo, que avalaba la anterior decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de 2014 en que rechazaba el recurso de los empresarios y avalaba el plan del Ayuntamiento. A partir de entonces, el Consistorio ha enviado notificaciones a los locales –que llegaron a cerca de 40 en su mejor época, durante la década de los 90-, que poco a poco han ido bajando sus persianas, muchos para trasladarse a otros municipios. Este sábado lo hará Park Paladium, una de las primeras discotecas que se instaló, hace 25 años. Y quedan tres locales, que esperan recibir la nota del Ayuntamiento en los próximos días. Según la asociación, se han perdido 250 puestos de trabajo.

“Sentimos tristeza, rabia e impotencia. Y también engañados por el Gobierno municipal, que no ha estado a la altura y nos ha dejado tirados. El pleno se comprometió a un diálogo y a mantener el ocio nocturno hasta no encontrar un nuevo destino. Nosotros estábamos dispuestos a negociar y reducir el número de locales. Pero nos han engañado”, se queja Cosp, que también es propietario de Park Paladium. El Ayuntamiento ha declinado ofrecer su posición en este conflicto.

Los empresarios piden una ubicación alternativa, los vecinos lo rechazan y el Ayuntamiento guarda silencio

Los vecinos del barrio, en cambio, lo celebran. “Ha tardado, pero finalmente ha llegado y estamos contentos”, se felicita Joan Vives, miembro de la junta de la Agrupación de Vecinos del barrio de Gràcia. El cierre de la Zona Hermética se propuso a raíz de los problemas de convivencia que generaba la concentración de este tipo de locales. “Había ruidos por la música y el botellón y actos de violencia y vandalismo contra propiedades y vecinos”, se queja Vives. Y sigue: retrovisores rotos, neumáticos pinchados, peleas y vecinos increpados han sido situaciones habituales durante años. El traslado de jóvenes en tren a la zona también ha creado muchos conflictos en los ferrocarriles nocturnos o de primera hora de la mañana los fines de semana. Pero ha habido episodios más graves, como la muerte de un joven de 19 años que fue apuñalado en 2009. Los vecinos también vinculan la muerte de un agente de los Mossos en 2015 con la Zona Hermética. El policía estaba en un control de alcoholemia cerca de esta zona de ocio cuando fue arrollado por un vehículo cuyo conductor dio positivo. “Entendemos las quejas de los vecinos, pero lo que pasaba hace 10 años ya no pasa”, defiende Cosp, que alega que los locales pagaron un servicio de vigilancia para reducir los conflictos.

La incógnita es qué pasará con las discotecas y con la oferta de ocio de la quinta ciudad de Cataluña, ya que la idea inicial del traslado a Riu-sec actualmente no es viable porque, según los empresarios, el Ayuntamiento no concede los permisos. En ocasiones anteriores, el actual Gobierno municipal (un cuatripartito de izquierdas liderado por la CUP) ha puesto el acento en el hecho de que la planificación de usos recreativos de este barrio “requiere de una mirada global del conjunto de la ciudad”. Esta visión amplia debe regularse en un nuevo Plan director de Usos y Actividades Económicas cuya redacción se adjudicó en mayo. Este plan, según los pliegos técnicos, debe recoger un “estudio, mapa y propuesta de las zonas de ocio nocturno” de la ciudad.

Los vecinos del barrio rechazan las zonas de ocio nocturno basado en “las discotecas, la bebida y el sexismo”, mientras que los empresarios piden una destinación alternativa y defienden que una ciudad del tamaño de Sabadell debe tener un espacio para estos locales. El Ayuntamiento guarda silencio.