Barcelona pone fin a la ‘guerra de terrazas’ con una ordenanza
Todos los partidos, con la excepción de la CUP, apoyan la nueva normativa
![Alfonso L. Congostrina](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff83e1e00-58fc-4f9b-9546-7eb3a5b88b09.jpg?auth=548cf3da1ce2c7351e8b47dbf06cf28e9f8df3151090d0d40d2bdcae44607354&width=100&height=100&smart=true)
![Un camarero sirve a varias mesas en una terraza de Barcelona](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OWCZ4BGJHZDI3RNCBOCC3ISC64.jpg?auth=090ca97d2170cc55dd013a8406a9724a2890caae8338a018bb8ae5ae5af8f588&width=414)
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer, con el único en voto en contra de la CUP, modificar definitivamente la Ordenanza de Terrazas y poner fin a un conflicto que ha enfrentado durante años al Consistorio con el gremio de restauradores.
La nueva ordenanza cuenta con singularidades y especificidades en cada distrito. La norma que aprobó el exalcalde Xavier Trias con apoyo del PP eliminaba miles de mesas y sillas. Colau, al entrar en el gobierno, aplicó una moratoria y comenzó a negociar con los restauradores. En diciembre llegaron a un acuerdo que se formalizó ayer en el pleno.
El principal conflicto que provocaba la ordenanza de Trias era las distancias entre sillas y mesas y las fachadas (1,8 metros de distancia para que pudieran pasar las personas con movilidad reducida). Otro de los problemas era que los locales superiores a 16 personas con terraza se les exigía tener dos baños y dos picas. Con la nueva norma las terrazas no tendrán obligatoriamente que estar frente al local. La distancia de paso se pueden reducir a 1,50 y sólo los nuevos locales deberán reformar sus baños.
El presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, Pere Chias, celebró ayer la modificación: “Hemos salvado muchísimos puestos de trabajo y terrazas que estaban amenazas”. Chias apostó por que el acuerdo se extienda a otras ciudades de toda España.
El director del gremio, Roger Pallarols, destacó que la anterior ordenanza afectaba a tres de cada cuatro terrazas y que muchos locales las han visto eliminadas o reducidas, tras “tres larguísimos años de conflicto”, y dijo que los restauradores que se han visto afectados pueden pedir una revisión.