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El campeón baja del ring para hacer de voluntario

El veterano púgil Lahcene Sino Zemmouri es la estrella de la competición de boxeo de Tarragona 2018

Cristian Segura
El boxeador Lahcene Zemmouri, voluntario en los Mediterráneos.
El boxeador Lahcene Zemmouri, voluntario en los Mediterráneos.JOSEP LLUÍS SELLART

En el pabellón de boxeo de los Juegos Mediterráneos, en Torredembarra, la principal estrella no es ningún atleta luchando en el cuadrilátero sino uno de sus voluntarios. Promesas de este deporte y aficionados se acercan a Lahcene Sino Zemmouri para fotografiarse con él. Zemmouri es más conocido como El potro de la Torre. Este boxeador nacido en Rouiba (Argelia), afincado en Cataluña desde finales de los ochenta, ha sido campeón de España de peso mosca (2003) y supermosca (2004), campeón de la Unión Europea de peso mosca y dos veces subcampeón continental. “Aquí hay mucho nivel; los boxeadores que ganen el oro y la plata en esta competición, los verás en los Juegos Olímpicos de Tokio”, dice Zemmouri. El potro de la Torre no quería perderse el acontecimiento y por eso la organización de Tarragona 2018 le concedió un puesto como voluntario.

Zemmouri es un voluntario especial. En vez de llevar el uniforme azul que identifica a los voluntarios de los Juegos, El potro de la Torre viste de calle, con una camiseta con una fotografía impresa de él posando con sus cinturones de campeón. Zemmouri actúa como una especie de relaciones públicas que atiende a los periodistas que quieren saber más de este deporte o a quien tenga dudas sobre los resultados de la jornada. Zemmouri tiene 48 años y es español de origen argelino. De su cuello cuelgan cuatro collares: en uno hay un guante de boxeo de plata, en otro, una bandera palestina, también lleva el escudo de la selección de fútbol de Cabilia y el emblema del pueblo bereber. Su padre lo echó de casa con 17 años, por razones que prefiere no recordar. Explica que trabajando de pastelero sumó suficiente dinero para pagarse un billete de avión a Europa: el 14 de junio de 1989 aterrizaba en España. Encontró trabajo en Valencia y luego en Almacelles (Lleida), donde trabajó ocho años de camarero en el bar del padre del exjugador del Barça Sánchez Jara.

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Fue en Cataluña donde se introdujo en el mundo del boxeo, y lo compaginaba con la pesca submarina, su otra gran afición. Por eso quería vivir cerca del mar y se mudó a Torredembarra, también para hacer de camarero. En 2003, el año que ganó el primer título nacional, obtuvo la ciudadanía española. En 2015 intentó competir para el título mundial contra el argentino Óscar Narváez, pero un exceso de entrenamiento le provocó una lesión cardíaca. Le tuvieron que colocar un marcapasos. Monrad Meziane, secretario general de la selección argelina, dice a EL PAÍS que si Zemmouri quisiera entrenar a púgiles de su país, sería bienvenido. Zemmouri responde que tiene el corazón demasiado delicado para estas exigencias, sobre todo porque hay que estar encima de los jóvenes en un deporte que exige mucha constancia y dedicación. Zemmouri tiene un gimnasio en Torredembarra y ve cómo los que apuntan alto, lo acaban dejando. “Prefieren salir de fiesta”, dice el viejo campeón.

El director de cine Bigas Luna, fallecido en 2013, fue el seguidor más célebre de El potro de la Torre. Lo vio combatir en tres ocasiones y quería hacer una película sobre su vida protagonizada por Dani Martín, asegura Zemouri. En la película Yo soy la Juani, el personaje representado por Martín tiene unos guantes de boxeo en su casa: son los que utilizó Zemmouri para ganar el campeonato de España, y que regaló firmados a Bigas Luna.

En los Juegos Mediterráneos no hay competición femenina de boxeo y en los Juegos Olímpicos solo forma parte del programa desde 2012. Zemmouri defiende la nobleza de este deporte y la calidad que ha detectado en muchas chicas. Su hija se llama Laila en honor a la hija de Mohammed Alí, boxeadora como el padre. Zemmouri dice que la vida ha sido generosa con él y de lo que ha conseguido, sobre todo destaca que su padre hiciera las paces con él: “Me decía que era demasiado pequeño para el boxeo. Ahora está orgulloso, incluso da entrevistas en Argelia para hablar de mí”.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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