Juicio a narcos gallegos y albaneses que transportaban heroína en las ruedas de un Porsche
El alijo, de 54 kilos y valorado en 2,5 millones, iba oculto en un coche que se preparó en un taller de Alemania
Cinco acusados, cuatro gallegos y dos ciudadanos albaneses, serán juzgados a partir de este martes en la Audiencia de Pontevedra por el transporte de casi 54 kilogramos de heroína que llegaron a Tui el 19 de marzo de 2016 en un Porsche Cayenne procedente de Alemania. Su captura supuso uno de los mayores alijos requisados hasta la fecha en España y abrió la veda a una oleada de envíos de esta droga que ha ido creciendo desde entonces.
La droga, que fue adquirida en Holanda y venía distribuida en 54 paquetes cilíndricos recubiertos de plástico, iba oculta en el pase de rueda del tren trasero, un habitáculo que discurría hasta la parte delantera del vehículo que fue preparado en un taller de Essen (Alemania). La heroína incautada tenía un grado de pureza de poco más del 55%, y habría alcanzado en el mercado ilícito un precio de 2,5 millones de euros después de convertida en más de un millón de dosis.
El acusado de nacionalidad albanesa, R.G., con residencia en Barcelona, fue el encargado transportarla hasta Galicia donde se iba a hacer cargo de su distribución su hombre de confianza, el vecino de Mos (Pontevedra) C.G.G., con antecedentes por narcotráfico, encargado a su vez de recaudar los beneficios para la rama albanesa de la red. Ambos se enfrentan a sendas condenas de 12 años de prisión y multas de 7,5 millones de euros aunque la fiscalía solicita para el enlace gallego otros cinco años más por delito de blanqueo con una multa de 2 millones de euros.
En el banquillo también se sentará la esposa de C.C.G. como supuesta colaboradora en la distribución de la heroína en el sur de Pontevedra que suministraba la red albanesa y solicita para ella una condena de 11 años por narcotráfico y multa de 7,5 millones, además de otros cuatro años por blanqueo con una multa de dos millones de euros y el decomiso de un chalé que el matrimonio había construido con dinero procedente del narcotráfico.
La acusación del fiscal antidroga Pablo Varela también se dirige contra el vecino de Vigo., J.R.R., y de Ribadumia, M.G.B., para los que solicita condenas de 12 y 11 años de cárcel, respectivamente, e idéntica multa de 7,5 millones. Ambos, con antecedentes penales, formaban parte de la supuesta red aunque ocupando puestos en el último eslabón al actuar bajo las órdenes C.G.G., que negociaba directamente con la cúpula albanesa de la organización.
Concretamente, el principal enlace gallego mantenía continuos con el albanés S.R., acusado en rebeldía, el cual viajaba a Galicia puntualmente para organizar los envíos regulares del dinero que obtenía la rama gallega de los beneficios de la venta de la droga en pequeñas cantidades. “La red contaba con diversos medios especialmente complejos y específicos para el tráfico de droga, así como una estructuración jerarquizada y con un preciso reparto de funciones o cometidos, todo ello encaminado a mantener una actividad estable y continuada de narcotráfico", concluye el Ministerio Fiscal.
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