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El poder sanador de la Real campeona

Leyendas del fútbol como López Ufarte, Zamora o Górriz participan en terapias de grupo para ayudar a personas con daño cerebral

Mikel Ormazabal
Andoni Ayarza (izquierda), dirige una sesión con personas con daño cerebral en presencia de los exfutbolistas Satrustegi y Loinaz.
Andoni Ayarza (izquierda), dirige una sesión con personas con daño cerebral en presencia de los exfutbolistas Satrustegi y Loinaz.JAVIER HERNÁNDEZ

El fútbol es una medicina con efectos positivos probados que mejoran el bienestar de personas con daño cerebral. Los psicólogos han constatado que el rostro de un conocido futbolista, el escudo de un equipo o la imagen de un partido histórico "dispara las emociones", "estimula la memoria" y "mejora la autoestima" de personas que tienen borrosos sus recuerdos y viven alejados de la realidad al tener sus capacidades neurológicas disminuidas. Jugadores de la Real Sociedad campeona, como Roberto López Ufarte, Alberto Górriz o Jesús Mari Satrustegi, participan en un proyecto terapéutico que pretende "hacer felices" y "frenar el deterioro cognitivo" de personas con daño cerebral. Los resultados están siendo "extraordinarios", aseguran los psicólogos José Ezkerra y Paola Fonseca.

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Es un ensayo nuevo que el centro de día del Hospital Aita Menni, en San Sebastián, está llevando a cabo dentro del programa Fútbol Reminiscencia, originario de Escocia y que hasta ahora había empleado con afectados de demencia. La iniciativa está impulsada por la Federación Española de Asociaciones de Futbolistas Veteranos (FEAFV), que preside el exfutbolista del Athletic Club Juan Mari Zorriqueta, y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), a la que se ha sumado la Real Sociedad Fundazioa. "La novedad de este proyecto es la participación en los talleres de fútbol de personas con daño cerebral adquirido", explica Ezkerra. En España, 420.000 personas viven con esta discapacidad, en el 78% de los casos originada por un ictus y el resto, por traumatismos craneoencefálicos y otras causas.

Cuando López Ufarte, Zamora, Górriz, Salva Iriarte (integrantes de la Real campeona de Liga en 1981) y Mikel Loinaz llegan a la sala, afloran espontáneamente las emociones: se hace un murmullo, suena algún aplauso, en todos los rostros aparece una sonrisa. "El fútbol no es solo competición y resultados. Está claro que sirve también para dar felicidad a estas personas", afirma Górriz, el jugador que más veces ha vestido la camiseta txuriurdin, en 599 ocasiones.

Detalle de un balón antiguo.
Detalle de un balón antiguo.J. HERNÁNDEZ

Lo que están comprobando los psicólogos es que personas con daño cerebral, en algunos casos con problemas depresivos, estados de ánimo muy abatidos, dificultades para recordar su pasado, y en algún supuesto con tentaciones de suicidio, experimentan un "cambio brutal en su comportamiento", asegura la neuropsicóloga Fonseca: "Se comportan desinhibidos, se muestran alegres, se sienten importantes".

De normal, son pacientes que viven ensimismados, apenas cruzan una palabra con nadie, siempre se muestran serios. Pero cuando participan en una sesión sobre fútbol, "se transforman por completo", agrega Fonseca. El dinamizador del taller, el exjugador del Athletic Club Andoni Ayarza, es el encargado de provocar que afloren los sentimientos y los recuerdos, reine el buen ambiente. Emplea fotos, videos, camisetas y, sobre todo, se desenvuelve con un tono ameno, haciendo uso del humor y las bromas, para activar a los enfermos. "En las primeras sesiones había que ir a buscarles para que acudieran al taller; ahora son ellos quienes nos recuerdan 'mañana fútbol, no te olvides'. Yo estoy encantado con la evolución que se está dando en estas personas. Veo mucha mejora en su estado de ánimo y en su capacidad de comunicación", afirma Zorriqueta.

La terapia tiene la finalidad de estimular y recuperar a través del fútbol aquellos recuerdos asociados a la infancia y la madurez de estas personas y, de este modo, frenar su deterioro cognitivo. Compartir vivencias relacionadas con el fútbol no les va a curar, pero los psicólogos insisten en que "se sienten mejor, están más animados, se expresan con naturalidad y elevan su nivel de autoestima", dice Fonseca.

Ayarza conduce la terapia dejando pinceladas de su pasado como futbolista rojiblanco, lo que excita a Josetxo, realista acérrimo que siempre acude enfundado en una camiseta blanquiazul, que esta vez se siente muy arropado por las leyendas del fútbol guipuzcoano. Juanan reconoce que se pone nervioso con la sola presencia de López Ufarte a su lado. Los futbolistas interactúan con ellos. Un comentario, una palmada en la espalda una anécdota contada por Satrustegi o Górriz es suficiente para subir los ánimos. El dinamizador lanza un vídeo con las mejores jugadas protagonizadas por López Ufarte, a quien le preguntan dónde adquirió esa habilidad para regatear a los contrarios: "Cuando era niño jugábamos 20 contra 20 en un patio pequeño. Había que ser muy habilidoso para que no te quitaran el balón", responde el pequeño diablo.

"El fútbol es una herramienta fantástica para una buena relación entre las personas", sostiene Loinaz, que ha visto "fumadores empedernidos que han aguantado las dos horas de la sesión sin encender un pitillo" y "algún cascarrabias que acabado haciendo bromas". Ayarza muestra escudos de equipos de Primera. fotos antiguas de Maradona con la camiseta del Granada, del brujo de Arteixo Arsenio Iglesias, una de Rubén Cano con la selección española o del malogrado Quini. Con ello, trata de que estas peronas ejerciten la memoria y aprovechen para desempolvar recuerdos personales, algo que no suelen hacer ni siquiera con su familia, asegura los psicólogos.

En las sesiones van elaborando un "libro de vida", un cuaderno donde recogen episodios de su vida, relacionados o no con el fútbol, con lo que refuerzan el ejercicio de la memoria, comparten con el resto sus vivencias y potencian las emociones. La experiencia, sentencian los psicólogos, está sirviendo para que estas personas "afloren recuerdos positivos, intensos e imborrables cuando está afectados por desórdenes psiquiátricos que afectan a su memoria".

Los exfutbolistas López Ufarte, Zamora y Loinaz en una sesión de terapia sobre fútbol con personas con daño cerebral.
Los exfutbolistas López Ufarte, Zamora y Loinaz en una sesión de terapia sobre fútbol con personas con daño cerebral.J. HERNÁNDEZ

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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