El cantaor Niño de Elche recibe el premio Chirsta Leem

El cantaor Francisco Contreras, Niño de Elche, recibió la noche del lunes, festividad de Sant Jordi, el premio Christa Leem que concede anualmente el lobby progresista Un dels nostres. Fue un acto íntimo celebrado en un hotel de Barcelona que volvió a reunir a gentes de diversos ámbitos: desde juristas a funcionarios, músicos, deportistas o periodistas.

Actuó de maestro de ceremonias, como es habitual, el agitador cultural Joan Estrada, alma mater del lobby, y quien explicó que el Niño de Elche recibía el premio "por ser como es", por pertenecer a "la gente moderna, transversal y trabajadora"- "Cuando iba al Molino a ver a La Maña veía algo diferente, pues lo mismo me pasó con El Niño de Elche", dijo. La vedette que colgó las lentejuelas hace apenas unas semanas tampoco se quiso perder el homenaje.

"Es la Christa Leem del siglo XXI", añadió Estrada sobre el cantaor, para trazar un paralelismo rompedor con stripteaser que se convirtió en un icono de la libertad en la transición. Ahora habría cumplido 65 años de no haber muerto de manera prematura por un cáncer en 2004, según recordó su madre, Carmen Wernoff, de 97 años, que nunca falla en la entrega anual del premio.

"Mi vida la resumo en dos, cuando hacía flamenco clásico y cuando cambié de filosofía, con Francis Bacon", dijo Niño de Elche, un cantaor "libre, dulzón, intelectual, rompedor, disidente, abstencionista y reflexivo", en palabras de la periodista Rosana Torres, encargada de glosar su figura en un diseccionado retrato del nuevo flamenco del cantaor. Tan nuevo que él se define como exflamenco.

"El flamenco es un arte relacionado con una concepción bastarda de la vida", dijo el Nicho de Elche, que reivindicó la cultura popular y dijo que el artista es como un taxista que ha de escuchar a todos los pasajeros que transporta.

"Enfrentado al flamenco conservador y al progre también, esta es la hora que no sabe qué es ser revolucionario del flamenco", insistió Rosana Torres del cantaor, que tocaba la guitarra a los ocho años, cantaba a los nueve, ganó su primer premio a los 10, a los 18 compuso una soleá con letras de un rapero y a sus 33 años ha revolucionado ese arte después de una decena de discos.

"Le interesan todos los pensadores y lee mucha poesía y filosofía", insistió Rosana Torres para definir a un cantaor que admira a Francis Bacon, pero también a Nati Mistral y Lola Flores.

Niño de Elche encaja en ese tipo de personajes que describe como nadie el escritor Javier Pérez Andújar, que hace un año recibió el premio del lobby y que leyó un retrato con microcirugía del cantaor, al punto que este le pidió si se podía quedar los dos folios que acababa de escuchar.

Nadie como Andújar es capaz de trazar un paralelismo delicioso entre Billy el Niño y el niño de Elche, el norte y el sur, la España pobre y marginal, los barrios obreros o el Lazarillo de Tormes.

El lobby Un dels nostres premia desde hace once años a personas de diversos ámbitos comprometidos con los valores progresistas en todas sus facetas y en la lista de homenajeados figuran los cantants Joan Manuel Serrat o Patti Smith, el juez Baltasar Garzón, el fiscal Carlos Jiménez Villarejo o el hispanista Ian Gibson. El premio consiste en una estatuilla creada cada año en función del personaje por la diseñadora Pilar Villuendas.