El pleno municipal debatirá la dimisión de Carmena de Cultura

El próximo pleno del Ayuntamiento de Madrid debatirá una propuesta del Partido Popular que “solicita la dimisión” de la alcaldesa, Manuela Carmena, del Área de Cultura. La regidora dirige esta concejalía después de la destitución de Celia Mayer, en marzo de 2017. La iniciativa la llevará al pleno del 28 de febrero la edil Isabel Rosell (PP), quien tacha de “deficiente” la gestión de Carmena en Cultura. Para que salga adelante, será necesario el apoyo del PSOE y de Ciudadanos.

El PP sostiene que desde la llegada de Carmena al Área de Cultura, todavía no se aprecian cambios ni mejoras. La concejalía de Cultura, según Rosell, “sobrevive por inercia” y a falta de un proyecto cultural que logre devolver a Madrid “su papel de motor cultural en el panorama europeo”. Rosell, en conversación con EL PAÍS, explicó este martes que “son muchos los casos” que, en su opinión, demuestran el “fracaso” de la gestión de Carmena. La edil señaló los problemas en la climatización del Templo de Debod, la pérdida de protagonismo de CentroCentro y Medialab Prado, además de los retrasos en la creación de nuevas bibliotecas “con datos de ejecución presupuestaria nefastos”.

Para que la propuesta salga adelante será necesario que el PSOE y Ciudadanos la apoyen o se abstengan. El PP es el partido que tiene más concejales en el hemiciclo municipal (21 de 57), mientras que la coalición de Ahora Madrid, formada por Podemos, IU, Equo, Ganemos e independientes, tiene 20, con la regidora. El PSOE, por su parte, cuenta con nueve ediles y Ciudadanos con siete. En estos meses, tanto el PSOE como Ciudadanos han lamentado la ausencia de un concejal del área, pero quedará por ver si apoyarán la propuesta del PP.

Además de solicitar la dimisión de Carmena, los populares también piden al gobierno que nombre “con carácter urgente” a un responsable que asuma “con plena dedicación” el área. El balance de la gestión es “negativo”, insisten los populares. Y el resultado de la interinidad de Carmena “ha dado lugar a que las principales instituciones culturales y los eventos del Ayuntamiento hayan perdido el prestigio y reconocimiento, tanto a nivel nacional como internacional, del que se habían hecho merecedores”, concluye la iniciativa.