Los Museos Dalí crecen en visitantes, tras tres años en números rojos

Después de tres años en números rojos en el que los visitantes no hacían nada más que decrecer llegando a representar casi el 14% menos, los Museos Dalí que reúnen los tres centros dalinianos del pintor: el Teatro Museo de Figueres, el castillo Gala Dalí de Púbol y la casa de Portlligat han superado el bache y han terminado 2017 con números positivos tras recibir a 1.444.755 personas, un 5,56% más que el año anterior, según dio a conocer ayer la Fundación Gala-Salvador Dalí que gestiona el legado del pintor surrealista.

De hecho, los tres centros crecen en visitantes, aunque el museo de su ciudad natal destaca por aumentar un 6,4% (1,2 millones), seguido de Púbol, un 2,85% (88.341) y Portlligat, un 0,5% (149.363).

El público ruso e italiano, responsables del descenso en otros años se recuperó en 2017, pese a que, desde la Fundación, se destaca que se ha producido una disminución en el último trimestre del año.

Los números positivos cierran un año convulso para la Fundación que vivió la exhumación del cadáver de Dalí para comparar su ADN con el de Pilar Abel que aseguraba ser su hija y por el fallecimiento de Ramon Boxadós presidente de la Fundación desde 1991.

Recurso de Pilar Abel

Ayer fue un día en el que coincidieron dos noticias sobre Dalí porque se supo que ha sido admitido a trámite el recurso que presentó Abel para que se anule el juicio por el que se determinaba que las pruebas de ADN permitían decir que ella no era hija del pintor tras esgrimir indefensión en la cadena de custodia y en las pruebas testificales.

El juicio celebrado el pasado 18 de septiembre acabó diciendo que no había parentesco entre ellos pero ahora son los abogados de la Fundación los que tienen diez días para presentar un escrito de oposición al recurso o para impugnar la resolución apelada, pudiendo acompañar estas acciones con los documentos y pruebas necesarios.

En el recurso que presentó en diciembre Abel alegaba que se había vulnerado el derecho a utilizar los medios de defensa pertinentes, causándole indefensión en dos ocasiones: la cadena de custodia y no practicarse la prueba testifical, ya que, según ella, solo declaró el forense Narcís Bardalet, y no el resto de testigos citados a petición de Abel y que pueden “dar fe del idilio que mantuvo Dalí con la madre de mi representada”, según el abogado de Abel.