Gala pasará de musa a artista en el MNAC en 2018

Fría, calculadora, manipuladora, seca, distante, controladora. Son algunos de los adjetivos que se asocian con Elena Ivánovna Diákonova, Gala, la rusa compañera y musa del pintor Salvador Dalí. Desde que se conocieron en 1929 en Cadaqués no dudo en abandonar a su esposo el poeta Paul Éluard, y a su hija Cecile de 11 años, por un joven pintor excéntrico, diez años más joven que ella, que todavía no había alcanzado la fama y que por entonces pasaba más bien penurias económicas. Desde entonces, estuvieron justos más de medio siglo, hasta que ella falleció en 1982. La personalidad arrolladora de Dalí hizo que eclipsara a todo el que estaba a su alrededor, también a Gala, pese a que él nunca se cansó de asegurar que su triunfo y sus obras eran fruto de la ayuda de su compañera. Tanto que el pintor no dudó en incluir su nombre en la firma de sus cuadros a partir de los años cincuenta. “Firmando mis cuadros como Gala-Dalí no hago más que dar nombre a una verdad existencial, porque no existiría sin mi gemela Gala”.

Con la idea de desvelar a esta Gala escritora, diseñadora y artista, más allá de la simple musa que podía estar horas posando para su amado, el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) y la Fundación Gala Salvador Dalí inaugurarán la exposición Gala Salvador Dalí. Una habitación propia en Púbol (5 de julio al 14 de octubre) comisariada por Estrella de Diego, gran especialista en Gala. La muestra, la primera a nivel internacional que se le dedica, reivindicará a esta mujer como un personaje clave en las vanguardias que supo crear y modelar la imagen del pintor Dalí. Y lo hará a partir de unas 180 obras, de las cuales 60 son oleos y dibujos del genio de Figueres, pero también cuadros de Max Ernst (con el que mantuvo un romance), fotografías de Man Ray y Cecil Beaton, junto con obras de otros artistas que gravitaron por el universo surrealista como Picasso, Man Ray o Brassaï y objetos personales de ella como vestidos, cartas, postales y objetos de tocador conservados en su casa de Portlligat.

Es una de las dos grandes exposiciones que podrán verse en la temporada próxima en el MNAC, la otra, anterior, es, según explicó ayer el director del centro Pepe Serra, la dedicada al movimiento del Arts and Crafts en la Gran Bretaña de fines del siglo XIX (22 de febrero al 21 de mayo) y a la figura de su impulsor William Morris, una muestra coproducida con la Fundación Juan March en el que las piezas de modernismo del museo dialogarán con textiles, papeles pintados, joyas, vidrios, cerámica y demás objetos de varios museos británicos como el Victoria and Albert Museum, la Tate o la William Morris Gallery. “Es la primera exposición sobre esta corriente artística que se organiza en España”, aseguró Serra. Pero la gran apuesta del museo se producirá a comienzos del año próximo cuando reabran totalmente reformadas las salas de Renacimiento y Barroco (estaba previsto hacerlo el 20 de diciembre) que impresionarán, dijo Serra, tanto como cuando se abrió en 2014 el arte moderno.

En su apuesta por renovar el discurso y explicar, de la mejor forma posible, los diferentes momentos, Serra anunció que está muy avanzado un acuerdo con el Museo Picasso de Barcelona y lo hará con el nuevo director de la Fundación Miró para incorporar obras de estos artistas en el recorrido.

Mayo del 68

Lo que no parece haber cambiado es la situación económica del museo. Serra volvió a recordar que el presupuesto anual que en 2008 era de 21 millones ahora es de 15,1 millones, una cantidad que se renovará en 2018 y que el presupuesto para programación es solo de 1,6 millones “cuando una buena cifra sería de cinco”

El año que viene también será el primero en el que se pondrán en marcha una serie de exposiciones centradas en los años 50 y 70 del siglo pasado, como la que hablará sobre el arte en Cataluña alrededor de 1968, coincidiendo con los 50 años de los actos de mayo de ese año, fruto del trabajo de investigación realizado por el museo en los últimos años “para realizar una lectura analítica del arte catalán de la postguerra”, comentó Serra. Siguiendo con el tema de la postguerra el museo abrirá dos nuevas salas al final del recorrido del arte moderno para plantear el arte de los años posteriores a la guerra civil. “Este es el museo donde mejor se explica el conflicto”, insistió el director.

Serra anunció también que 2019 será el año en el que se presentará la colección de Gótico renovada y 2020 el románico. "Tenemos la mejor colección de arte mural del mundo, pero no el mejor museo de arte mural". “Después de todos los cambios, nos atreveremos con las dos grosses”, remachó.