Un ‘chaleco’ para mejorar la detección de las causas del ictus
Vall d'Hebron desarrolla un protocolo que permite afinar si el origen del ictus es una fibrilación auricular
Un grupo de médicos del hospital Vall d'Hebron de Barcelona han diseñado un nuevo protocolo para mejorar la detección de las causas del ictus, desconocidas en uno de cada tres casos. Con la ayuda de especie de chaleco de tela que se adosa al cuerpo durante un mes y registra la actividad eléctrica del corazón, los investigadores han logrado localizar el origen hasta ahora desconocido de muchos ictus y adecuar el tratamiento del paciente a las causas que le produjeron la dolencia.
En Cataluña, unas 13.000 personas ingresan cada año por un ictus, que es una alteración brusca de la circulación de la sangre en el cerebro a causa de la obstrucción (isquémico) o la rotura de una arteria (hemorrágico). El ictus es, de hecho, una de las tres enfermedades más letales del mundo, junto al cáncer y a las dolencias cardiovasculares. Sin embargo, pese a la incidencia de la enfermedad y a toda la investigación que se desarrolla a su alrededor, en un tercio de los casos se desconoce su origen.
Los investigadores del Vall d'Hebron, sin embargo, han dado un paso adelante en este campo y, a través de un estudio multicéntrico y publicado en la revista International Journal of Cardiology, han logrado mejorar la detección de la fibrilación auricular paroxística, una de las principales causas del ictus grave pero muy complicada de encontrar a través de los procedimientos convencionales porque se trata de una arritmia que aparece y desaparece sin motivo conocido.
El ictus, en cifras
13.000 personas ingresan cada año en Cataluña a causa de un ictus
Una de cada seis personas padecerá un ictus a lo largo de su vida
Cada año mueren en el mundo seis millones de personas por esta dolencia
El ictus es una de las tres enfermedades más letales del mundo, junto al cáncer y las dolencias respiratorias
En uno de cada tres casos se desconoce el origen del ictus.
Hasta ahora, cuando un paciente entraba al hospital con un ictus, se le hacían pruebas convencionales, como la revisión de la carótida y el corazón para descartar trombos. También se monitorizaba al paciente con un Holter, el dispositivo que mide la actividad cardíaca, durante 24 horas. Pero esta fibrilación auricular paroxística era muy difícil de detectar con estos procedimientos. "El Holter que el paciente lleva durante sólo 24 horas únicamente logra detectar el 2% de las fibrilaciones auriculares paroxísticas que están detrás de un ictus grave”, explica el doctor Jorge Pagola, investigador principal del estudio y médico de la Unidad de Ictus de Vall d’Hebron. Así, muchos pacientes sospechosos de haber sufrido un ictus por fibrilación auricular paroxística volvían a casa sin conocer el origen de su accidente cerebrovascular.
Los investigadores del Vall d'Hebron, sin embargo, han desarrollado un nuevo protocolo que prueba por primera vez la eficacia de un Holter de tela durante 30 días para detectar este tipo de arritmias tan camufladas. El chaleco se adosa al cuerpo, por debajo de la ropa y registra la actividad del corazón. A las dos semanas y al final del mes, los médicos leen la información registrada para comprobar si el paciente sufre esta fibrilación auricular paroxística. "Gracias al nuevo protocolo se detecta esta causa del ictus hasta en el 20% de los pacientes", apunta Pagola.
El hallazgo y la mejora de la detección de las causas del ictus permite a los facultativos afinar el tratamiento a estos pacientes, para los que es recomendable una farmacoterapia específica. “Se sabe que el tratamiento estándar del ictus, que es un antiagregante, la aspirina 100 miligramos cada día, no es eficaz en el caso de que el ictus se deba a la fibrilación auricular paroxística. En este caso es preferible optar por un anticoagulante oral”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.