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Los fanzines más ‘pichi’

La feria independiente Pichi Fest, que celebra su primera edición de manera autogestionada, muestra la diversa escena fanzinera de la capital

Algunas de las publicaciones del fanzine 'Fusiles transfeministas'.
Algunas de las publicaciones del fanzine 'Fusiles transfeministas'.

Aunque los fanzines se han sofisticado en los últimos tiempos, en esencia, este formato de publicación alternativo y moderno sigue apegado a la tradición; sigue estando compuesto, aún en pleno siglo XXI, por una serie de hojas fotocopiadas, dobladas y grapadas. La capital está llena de gente haciendo fanzines, pero hasta ahora no existía una cita que los reuniera. Este fin de semana se celebra en Carabanchel la primera edición del Pichi Fest, certamen independiente y autogestionado en torno a la escena fanzinera de la capital.

La cita, surgida de las entrañas el movimiento, aglutina a un interesante número de publicaciones, y permite hacerse una idea de lo activa que es realmente esta comunidad. Andrea Díaz Cabezas —más conocida como Andrea Galaxina— es la creadora de la editorial de fanzines Bombas para Desayunar. También forma parte, como otros muchos, de y la organización del Pichi Fest. “En abril de este año, organicé un pequeño encuentro en Vaciador con el objetivo de testar si el interés por poner en marcha un festival iba más allá de la gente involucrada activamente en la escena fanzinera”, cuenta Galaxina. El evento fue bastante exitoso tanto a nivel de público como de creadores que mostraban sus proyectos. “Vi que había gente interesada en participar. Así que después de esto y a través de las redes sociales, toda esta gente nos fuimos organizando y reuniendo para hablar seriamente de la posibilidad de montar un festival, que finalmente ha resultado ser el Pichi Fest”, relata la editor.

Es cierto que la capital cuenta —y ha contado— con otros encuentros relacionados con la autoedición, como Autoedita o Muere, que se celebra desde hace años durante la Noche de los Libros, o el Maravilloso Encontronazo de Autoedición, que tuvo lugar en 2012. También, varios festivales más ligados a lo institucional, que combinan autoeditores con editoriales independientes. Desde Pichi Fest tenían claro que querían una feria autogestionada, fuera de espacios institucionales y comerciales, por eso optaron por el Eko de Carabanchel, centro social que se encargan de gestionar los propios vecinos y vecinas del barrio.

El Pichi Fest insiste en la horizontalidad y el feminismo como valores fundamentales desde los que construir un festival. Un número importante de las personas que conforman su comité organizador son mujeres y, en lo que es la feria, han querido darle mucha visibilidad a proyectos encabezados por mujeres y personas que no se identifican con los conceptos binarios y exscluyentes de género (lo masculino y lo femenino). “Queremos intentar romper de algún modo con la hegemonía heteromasculina de la escena fanzinera. También vamos a intentar que el Pichi Fest sea un lugar seguro, donde no se permitan actitudes machistas, homófobas, tránsfobas o racistas, y que la gente se sienta cuidada y atendida en la medida nuestras posibilidades. No te creas que eso es algo tan normal en los festivales”.

El nombre, además de muy castizo, no es casual. !Nos pareció divertido que el festival, al celebrarse en Madrid, se llamase como este chulo, un personaje emblemático de la cultura madrileña. El Pichi Fest es un festival organizado desde el feminismo, mientras que el Pichi de la canción era un tipo bastante chungo y misógino, así que es también una especie de ejercicio de justicia divina”.

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