Los ayuntamientos soberanistas se limitan a abrir simbólicamente el 12-O

Unos 80 ayuntamientos catalanes se han sumado, este año, a la iniciativa de abrir las dependencias municipales el 12 de octubre pese a ser día festivo. Aunque el proceso independentista se halla en su punto álgido, la apertura del “res a celebrar” (nada que celebrar) no ha provocado los conflictos judiciales del año pasado. Entre otras cosas, porque la mayoría de ayuntamientos (como Badalona o Girona) han involucrado a sus concejales, pero han dejado al margen a los funcionarios. Han optado por una acción más simbólica: han abierto, pero sin atender gestiones de los vecinos.

Badalona, tercera ciudad por habitantes, se sumó por segundo año a la iniciativa de abrir durante la Fiesta Nacional. En 2016, el consistorio planteó a los funcionarios la posibilidad de acudir a sus puestos de trabajo a cambio de poder librar otro día no festivo. La Delegación del Gobierno a los tribunales y pidió suspender la decisión. Un juez accedió a ello y prohibió abrir las dependencias municipales el 12 de octubre. Pero el Ayuntamiento desoyó la orden, lo que provocó un conflicto judicial que aún colea.

Seis concejales del equipo de gobierno —Podem, la CUP, ERC e ICV— fueron imputados por desobediencia. Aunque inicialmente se archivó el caso, más tarde se reabrió y siguen imputados. La imagen de aquel 12-O fue la del concejal José Téllez, que hizo trizas ante las cámaras la resolución judicial. Ayer, en cambio, se evitó el conflicto. El Ayuntamiento evitó involucrar a los funcionarios y abrió las puertas para que los ciudadanos pudieran visitar, de la mano de los concejales, las dependencias municipales.

La alcaldesa, Dolors Sabater, defendió la medida: “Muchas veces se hace jornada de puertas abiertas en días festivos, y los políticos también solemos trabajar en estas fechas”. Sabater admitió que los conflictos judiciales de 2016 han desaconsejado, en esta ocasión, permitir que se hicieran gestiones municipales. Y lamentó que muchos otros ayuntamientos han seguido “esa misma fórmula” para poder abrir.

Fue el caso de Girona, gobernada por el PDeCAT, que abrió para expresar su rechazo al Día de la Hispanidad. Allí tampoco se atendió a los vecinos, aunque se ofreció a los trabajadores que lo desearan que acudieran a trabajar voluntariamente. Una opción que también se planteó en Manresa, donde el alcalde, Valentí Junyent (PDeCAT) y los concejales del Gobierno (que incluye a ERC) fueron a trabajar. Manresa anunció que solo se llevarían a cabo tareas internas y no habrá servicio de atención al público. En Berga —uno de los nueve municipios gobernados por la CUP— los seis concejales trabajaron, y permitieron hacerlo a los funcionarios. Con el añadido de que, quienes hayan escogido esa opción, podrán hacer fiesta otro día cualquiera.

Otros municipios más pequeños, sin embargo, sí han optado por abrir las puertas con los mismos servicios que en un día ordinario. Alcarràs (Lleida, 9.297 habitantes) o Sant Juliá de Ramis (Girona, 3.455 habitantes) anunciaron que recibirían y atenderían a cualquier vecino que deseara realizar un trámite.

La comarca de El Priorat es la que registró una participación más alta en el referéndum del 1 de octubre (85,4%) y está gobernada, en su mayoría, por el PDeCAT y ERC. Sin embargo, 18 de sus 23 ayuntamientos respetaron la festividad de la Hispanidad. Sí abrieron la práctica totalidad de ayuntamientos gobernados por Esquerra en Lleida, y fueron los alcaldes quienes abrieron las puertas. El alcalde de La Seu d'Urgell, Albert Batalla (PDeCAT) concretó que el consistorio estaría cerrado, pero anunció que él y algunos concejales mantendrían reuniones de trabajo en el despacho.

Puertas abiertas en Tarragona

Una docena de ayuntamientos de Tarragona escenificaron su rechazo al 12 de octubre anunciando que la actividad municipal no se interrumpiría. Sin embargo, la realidad es que se trató de un día de puertas abiertas, más que de una jornada de actividad rutinaria. Amposta, Tortosa, Flix, Valls, Montblanc o Reus mantuvieron accesibles las dependencias municipales, pero en la mayoría de casos tan solo los alcaldes y algunos ediles estuvieron al pie del cañón, mientras el personal administrativo se tomaba el día libre y, por tanto, paralizaba las gestiones municipales.

En Torredembarra (Tarragonès), el alcalde Eduard Rovira (ERC) había anunciado que el Ayuntamiento permanecería abierto porque el 12 de octubre no hay “nada que celebrar”. Rovira, apercibido por colgar la estelada del consistorio o por tener, en el salón de plenos, un retrato de Felipe VI tamaño carnet, recibió ayer personalmente a los ciudadanos que se acercaban al palacete que cumple las funciones de ayuntamiento. “Aquí estamos, para atender a quien lo precise”, aclaraba el alcalde. La actividad distaba mucho de ser frenética. Junto a Rovira estaban el edil de Deportes, el de Acción Social y la concejal de Urbanismo, que ocupaba el mostrador de recepción. “La responsable de Cultura también trabaja pero está en una reunión con los organizadores del carnaval”, explicó el alcalde. La jornada quería servir para que los ciudadanos pudieron acercarse al ayuntamiento a resolver dudas con el alcalde o con los ediles.