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atropellos

Una bici varada en la calle de Alcalá

Un vehículo pintado de blanco recuerda la muerte de un ciclista de 58 años el pasado julio

F. Javier Barroso
Una bici blanca recuerda al ciclista atropellado en la calle de Alcalá.
Una bici blanca recuerda al ciclista atropellado en la calle de Alcalá.Luis Sevillano
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Cuando una persona va andando por la calle de Alcalá, en la intersección con la del Marqués de Cuba, puede ir absorto en su teléfono móvil. O viendo la llamativa fachada del edificio Metrópolis. O charlando con su acompañante del tiempo cambiante que hace en la capital. Lo que es fácil es que pocos caminantes reparen en una bicicleta blanca, con un marchito ramo de flores en el manillar y un chaleco de la Plataforma Stop Desahucios. Una cadena la asegura a la farola de la esquina para que sea sustraída.

El vehículo parece abandonado, pero llama la atención por estar todo pintado de blanco, incluidas las llantas. Es el recuerdo por la muerte de un usuario de BiciMad que perdió la vida tras ser arrollado el pasado 11 de julio en ese punto cuando circulaba en dirección a la plaza de Cibeles. Un camión de recogida de cartón se metió en la calle del Marqués de Cubas y el ciclista no pudo detenerse a tiempo. Fue atropellado con las ruedas traseras del vehículo de motor. El conductor del camión quedó en libertad al día siguiente tras pasar a disposición judicial y no apreciarse por parte del magistrado ningún indicio de delito.

Esta es al menos la cuarta vez que se instala una bicicleta blanca en Madrid justo en el punto en el que ha muerto atropellado un ciclista. La idea de las llamadas ghost riders o ghost bikes (bicicletas fantasmas) surgió en San Luis (Misuri, Estados Unidos) en octubre de 2003. Su promotor fue Patrick Van Der Tuin, que colocó el primer vehículo pintado de blanco en el bulevar de Holly Hills tras ver un atropello de un deportista que circulaba por el carril-bici. Van Der Tuin llegó a colocar más de 15 bicis en toda su ciudad. La idea se fue expandiendo y saltó a otros estados primero y a otros países después.

El primer atropello mortal de un ciclista en la capital señalado después con una bici varada se produjo el 19 de marzo de 2010, cuando un joven de 17 años perdió la vida en la avenida de Andalucía con la calle de Alcocer, en el distrito de Usera. La víctima, de nombre Matías y que iba acompañado de un amigo, se llevó la peor parte del golpe. Sufrió contusiones por todo el cuerpo, entró en parada cardiorrespiratoria y murió al poco. Decenas de personas se concentraron días después en el punto y colocaron la primera bicicleta blanca de la que se tiene noticia en la ciudad de Madrid.

La idea de colocar estos símbolos surgió en San Luis en octubre de 2003

El segundo vehículo blanco varado se produjo tras un accidente mortal ocurrido a la salida del túnel de la Puerta Toledo, en dirección a la glorieta de Embajadores. Mario P., un italiano de 54 años, fue arrollado por un coche patrulla de la comisaría de Arganzuela que regresaba a la base. El accidente se produjo a las 22.30 del 27 de mayo de 2013. Falleció casi en el acto pese a los intentos de reanimación del Samur-Protección Civil. Las investigaciones posteriores demostraron que el ciclista, que no llevaba ni chaleco reflectante ni casco ni luz en el vehículo, estaba cruzando la calle por un lugar inadecuado. Días después, también fue colocada otra bicicleta blanca.

El tercer caso se produjo unos meses después, el 7 de agosto de 2013, cuando un vecino del barrio del Pilar, Óscar Fernández Pérez, de 37 años, iba a trabajar a un bar de la glorieta de Cuatro Caminos. El ciclista fue arrollado por el conductor Mauricio Eduardo Apolo Granda, de 26 años, que tenía el carné de conducir retirado. Le dejó malherido y ni tan siquiera paró. En la calzada no había ni señales de frenada. Apolo fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 31 de Madrid a un año y tres meses de prisión, en la que nunca ingresó por ser menos de dos años.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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