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Chapuzón de última hora

El Ayuntamiento de Buitrago abrió Riosequillo después de reunirse con el Canal de Isabel II, que se planteaba no abrir la piscina serrana este verano

Bañistas en Riosequillo durante este mes de agosto.
Bañistas en Riosequillo durante este mes de agosto.LUIS SEVILLANO

Los 4.500 metros cuadrados de la piscina de Riosequillo, en Buitrago de Lozoya, a 74 kilómetros de Madrid, han estado a punto de no abrir esta temporada. Un drama acuático tras las limitaciones de baño en la Pedriza (donde está prohibido) y en Presillas. Pero el área recreativa de Ríosequillo —bautizada así por su proximidad al embalse homónimo— abrió el 28 de julio. El retraso se debió a que “se detectaron problemas de seguridad”, dicen vagamente desde el Canal de Isabel II, propietarios del terreno. La tardía apertura coincide con una novedad: por primera vez el Ayuntamiento buitragueño explota el recinto, que incluye piscina, merendero y zonas deportivas.

En torno a 50.000 bañistas visitan cada año esta piscina —mal llamada natural, pues su agua está tratada como cualquier otra—, que ofrece una panorámica de postal, a pesar de la alarmante sequía del embalse aledaño. Una fila de árboles separa la presa del área de baño; al otro lado de la charca, kilómetros de césped invitan al esparcimiento con toallas, sombrillas y flotadores gigantes (este año se llevan los patos y los unicornios). Más allá, el área recreativa y las instalaciones para practicar deporte.

Es precisamente esa parte la que más interesa al Consistorio, que lleva años persiguiendo al Canal para hacerse con la gestión de la zona (y dotarla con presupuesto municipal). “El espacio está desaprovechado, abrir tan pocos meses al año es una pérdida para toda la región. Además, nos daría mucha presencia”, dice Jesús González, secretario municipal, “queremos dinamizar el espacio y abrirlo al menos nueve meses al año”. González recuerda que en Buitrago tiene lugar el triatlón de media distancia Ecotrimad: “Podría unirse este espacio y más pruebas en otros momentos del año”, cuenta el funcionario.

Tras el acuerdo estival, el Consistorio gestionará el espacio los próximos cuatro años. “Desde el Ayuntamiento, además del personal, se encargan de la gestión y limpieza diaria; del mantenimiento de los vestuarios y del control de accesos”, apuntan desde el Canal, que se responsabiliza “del mantenimiento de los elementos estructurales (depuradora, edificios, zonas verdes, piscina).

¿Por qué se retrasó la apertura? Ninguna de las partes lo deja claro. El Ayuntamiento no esconde su incapacidad para tener listo el papeleo a tiempo y poder optar a la licencia. Desde el Canal insisten en que “se trabajó a toda velocidad”, pero las reparaciones se dilataron y el verano llegó. Al inicio del verano saltó a los medios la noticia de la no apertura. Entonces, el alcalde, Ángel Martínez (Partido Popular), pidió una reunión con el Canal de Isabel II para tomar medidas. “Nosotros queríamos abrir aunque fuera tarde”, reconocen desde el Ayuntamiento, “gestionar este área era una petición histórica, así que estamos muy contentos”.

Tras el verano, el Canal asegura que realizará reformas de peso en la depuradora y en la piscina. Ahora está por ver qué pasará con el área recreativa y si las obras afectarán al resto de instalaciones. El equipo municipal no disimula su satisfacción por el desenlace: el mensaje de bienvenida del teléfono del Ayuntamiento de Buitrago es, precisamente, la noticia de la apertura (de martes a domingo; cierra los lunes) y el horario (de 11.00 a 20.30; hasta las 21.00 fines de semana y festivos; entrada 4 euros; 5 fin de semana; locales, 2 y 2,5, respectivamente)

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