La vieja dehesa se reinventa
Decenas de operarios trabajan para mejorar el aspecto del espacio forestal
En 1924, la dehesa conocida como El Soto servía en junio para hacer subastas de pastos de rastrojera para cerdos, y en octubre para subastas de cabezas de ovejas. Hoy los más de 387.716 metros cuadrados de este parque forestal, situado a las afueras de Móstoles, albergan un lago artificial, un vivero, un anfiteatro, una zona de coníferas y plantas autóctonas y unas praderas naturales, entre otras cosas.
El área que ocupa el parque ha vivido mucho. En 1924 también se hacían en ella matanzas de cerdos, que paliaban el hambre en los hogares mostoleños (un 30% de las familias tenía uno de esos animales). En aquel tiempo destacaba en la zona, sobre todo, la gran población de álamos negros, chopos y fresnos. Una densa vegetación que casi desapareció en enero de 1941, cuando fueron subastados más de 1.000 álamos negros, dejando el lugar casi desértico.
Hoy en el parque coexisten más de treinta tipos de árboles, como el abedul, la acacia, el acebo, el álamo, el alcornoque, el almendro o el avellano. Especies que es posible conocer más fácilmente gracias a la senda botánica, cuyo recorrido cubre toda la superficie del parque, y a lo largo del cual hay carteles informativos con el nombre común de la planta, el nombre científico, el hábitat y los usos y curiosidades.
El parque adoptó su forma actual entre 1983 y 1987, con el vallado de su contorno, en el que se incluyó parte de una finca de propiedad municipal, a la vez que se respetaron los almendros, una de las especies más numerosas y representativas del lugar. Además, cerca de la entrada principal se encuentran plantaciones de chopos.
El lago
Uno de los elementos que más llama la atención de las instalaciones de El Soto es el lago, que cuenta con una suerte de islas y un embarcadero. Está ubicado en el centro del parque, y en sus aguas nadan multitud de patos, acompañados por aves migratorias, como los cormoranes. Alrededor del lago hay amplias zonas verdes, que son aprovechadas por algunas familias para jugar con sus hijos u organizar comidas en los merenderos habilitados para ese fin. Otros usuarios practican el runnig o recorren en bicicleta los senderos repartidos por las 44 hectáreas de superficie del parque. Además, hay varias zonas destinadas al ocio infantil.
El Soto ha albergado acontecimientos culturales como el Festimad (en las ediciones de 1996 a 1999 y de 2001 a 2004). Se trata de un festival de música alternativa que se celebra cada año en Madrid desde 1996, habitualmente el último fin de semana de mayo. Este evento incluye varios festivales paralelos, como Performa, Graffiti, Universimad o Cinemad. El fuerte ruido y la suciedad que se acumulaba en los alrededores del recinto cuando se celebraba allí el Festimad movilizaron a una parte de los vecinos del municipio, a los grupos ecologistas y al propio Ayuntamiento, que en 2004 pidieron que el evento fuera trasladado a otro lugar.
El parque de El Soto, cuyas redes de riego principales y secundarias son de hace 36 años y están hechas con fibra de cemento, lo que produce constantes averías, está inmerso en un profundo proceso de remodelación. Además de la red de riego, se están modernizando las praderas y el mobiliario, y se está llenando el lago. También se repondrán el arbolado, los arbustos y las flores, gran parte de los cuales presentan un avanzado deterioro y se remodelará el aparcamiento.
El parque en cifras
Superficie: 44 hectáreas.
Administración: Ayuntamiento de Móstoles.
Horario: Abierto las 24 horas. Entrada gratuita.
Puntos de interés: lago artificial, vivero, anfiteatro, senda botánica, zona de coníferas y plantas autóctonas y praderas naturales.
Cómo llegar: autobús: Príncipe Pío (línea 522), Parque Coimbra (524), Fuenlabrada (525 y 526), línea 3 Móstoles Central (sólo tardes), línea 6 (Universidad Rey Juan Carlos- Urb. Guadarrama). Renfe: línea C-5 Móstoles-El Soto. MetroSur: enlace con Renfe en Móstoles-Central.
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