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Tensión entre ultras y antifascistas 24 horas después del atentado de la Rambla

Los Mossos evitan el enfrentamiento entre una veintena de manifestantes de Democracia Nacional y decenas de jóvenes en Barcelona

Alfonso L. Congostrina
Mossos d'Esquadra rodeando a la veintena de ultras
Mossos d'Esquadra rodeando a la veintena de ultrasMiriam Lázaro

Una veintena de miembros de diferentes formaciones de la ultraderecha han aprovechado la gran afluencia de personas y medios de comunicación en La Rambla para protestar contra lo que ellos consideran la “islamización de España”. Los diferentes colectivos radicales han pretendido esta tarde sacar réditos políticos del atentado que tuvo lugar ayer en la capital catalana. Cuando todavía no se sabía con seguridad el número de víctimas, ya habían convocado una concentración a la que ha acudido el líder de Democracia Nacional, Manuel Canduela, junto con el responsable de las juventudes, Juan de Haro.

Los Mossos d’Esquadra conocían las intenciones de los ultras y varias dotaciones de agentes les han impedido llegar hasta la altura de la Boquería donde querían comenzar la marcha justo donde la furgoneta homicida finalizó su recorrido.

A la misma hora que habían convocado los ultras, más de medio millar de jóvenes de diferentes colectivos antifascistas se han concentrado en la parte norte de La Rambla. Los Mossos d’Esquadra han tenido que encapsular al grupo de militantes ultras y han diseñado barreras policiales para impedir que los antifascistas pudieran topar con los ultras.

Ha habido gritos cruzados y mucha tensión que no ha llegado a más ya que los agentes de la policía catalana lo han evitado. Canduela se ha hecho con un megáfono con el que ha hecho proclamas contra el Islam y contra el movimiento antifascista. Mientas, decenas de jóvenes insultaba a los ultras desde el otro lado de la barrera de Mossos d’Esquadra.

Trascurrido varios minutos de insultos cruzados, los Mossos d’Esquadra han escoltado a la veintena de miembros de Democracia Nacional dirección plaza Universidad mientras seguían impidiendo que los jóvenes de colectivos antifascistas llegaran al enfrentamiento con los ultras.

El enfrentamiento ha tenido lugar frente a los medios de comunicación de medio mundo que han acudido a Barcelona a cubrir mediáticamente el atentado y delante de miles de personas dispuestas a encender velas o dejar peluches en un fuente de Canaletes. Un lugar que se ha convertido en un improvisado altar a las víctimas del atentado.

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