Millo asegura que los controles de pasaportes en El Prat están “normalizados”

Un mes y medio después de las largas colas que se formaron durante el puente del 1 de mayo en los controles de pasaportes del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, el delegado del Gobierno en Cataluña se ha desplazado hasta allí para garantizar que todo funciona "con normalidad". Enric Millo ha visitado este martes las instalaciones del aeropuerto barcelonés para comprobar el funcionamiento del nuevo sistema de control, con la incorporación de nuevos agentes y máquinas. El aeropuerto ha vivido momentos de colapso , pero el delegado del Gobierno ha asegurado que las colas están ahora "dentro de los estándares europeos": veinte minutos de cola para salir, y cuarenta para entrar.

Solo llegar, a Millo le esperaba, en la entrada de la zona de seguridad, un holograma de una mujer que explica en varios idiomas cómo funcionan las máquinas automáticas de control de pasaporte y los nuevos verificadores electrónicos que tienen que ayudar a aligerar las colas. La principal medida del Gobierno para aligerar las colas es la incorporación de 114 nuevos agentes "que vienen para quedarse". De momento ya hay 86 más, encargados de la verificación manual y de asistir en la verificación electrónica. El aeropuerto ya ha instalado 20 de las nuevas 50 máquinas comprometidas.

Además, Millo y los representantes del aeropuerto han insistido en lo que explica el holograma en la entrada: se pueden utilizar unas máquinas verificadoras automáticas. Estas escanean el rostro de los pasajeros y lo cotejan con una base de datos, lo que hace que en cuestión de minutos se pueda llevar a cabo la operación. Este sistema ya existía, pero solo se usa en un 5% de su capacidad.

Hasta tres horas han llegado a esperar algunos de los más de 4,3 millones de viajeros que han pisado El Prat este mayo. En las últimas semanas las colas han sido más cortas pero recurrentes, lo que ha sido denunciado por parte de los sindicatos de la Policía y por parte de la Generalitat. La causa de las esperas es la nueva normativa europea, que obliga al aeropuerto a verificar los pasaportes no solo de los ciudadanos que no pertenecen a la zona Schengen, sino también de los que sí residen en la zona , pero vienen de viaje desde otros países. El Gobierno ha destacado que este tipo de pasajeros ha incrementado un 22% este año, y ha explicado que se realiza una media de 35.000 verificaciones de pasaportes al día.