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La Junta protege La Carbonería como Lugar de Interés Etnológico

El Gobierno preserva los locales de la histórica taberna flamenca sevillana

Imagen de archivo de La Carbonería durante una actuación en 2010.
Imagen de archivo de La Carbonería durante una actuación en 2010.Pérez Cabo

El Consejo del Gobierno ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico, La Carbonería en Sevilla. Este edificio, que debe su nombre al uso que mantuvo hasta 1974 como almacén y tienda de carbón, alberga desde hace cuatro décadas una singular actividad hostelera, social y artística que lo han convertido en un referente fundamental de la vida cultural de la ciudad, con marcada proyección internacional, según el acuerdo de la Junta de Andalucía.

Situada en el barrio de San Bartolomé, en plena Judería sevillana, La Carbonería se compone de dos inmuebles cuyos orígenes se remontan al siglo XVI.

La actividad desarrollada en La Carbonería tiene sus antecedentes en la labor de dinamización que el grupo La Cuadra inició en la Sevilla de los años cincuenta como alternativa a la cultura oficial. Centrado en el flamenco y vinculado al incipiente movimiento literario de los ‘narrandaluces’, el grupo se trasladó al inmueble del barrio de San Bartolomé tras pasar por cuadras y construcciones en precario de la periferia de la ciudad. Su asentamiento supuso un punto de inflexión de la degradación de la Judería y marcó la recuperación de un entorno urbano afectado durante años por la ruina de las construcciones y la salida masiva de los vecinos.

A partir de ese momento, el local se convierte también en un referente del renacer social y cultural que conoce Sevilla en los años de la Transición. La Carbonería se configura así como un espacio arquitectónico singular en el que se aúnan el ocio y la promoción de las actividades asociativas, creativas y de promoción de la literatura, el teatro, la música y otras manifestaciones artísticas. Lugar de agitación política, sindical y vecinal, durante sus cuatro décadas de historia se han sucedido intentos de suspender la actividad, que en todos los casos encontraron la contundente oposición de los representantes del mundo de la cultura y de los movimientos ciudadanos.

El flamenco ha sido la manifestación más emblemática de La Carbonería, especialmente en la vertiente del descubrimiento y promoción de nuevos valores. De igual modo, y fiel a su herencia de La Cuadra, desde los comienzos ha desarrollado una amplia gama de artes escénicas. Sin llegar a ser una sala convencional de exhibición, su labor en esta faceta ha sido sobre todo de ensayo, aprendizaje, lanzamiento y colaboración de grupos teatrales andaluces.

En el ámbito de la creación literaria, La Carbonería ha sido lugar de innumerables recitales poéticos, tertulias, encuentros, mesas redondas, presentaciones e incluso una labor editorial autónoma surgida en el propio local, al margen de toda lógica mercantil.

Finalmente, este espacio cultural se ha consolidado como espacio de música en directo de una amplia gama de géneros, además del flamenco, y también ha funcionado desde sus orígenes como sala de exposiciones de artes plásticas y visuales, convirtiéndose en una galería singular e imprescindible para entender las nuevas tendencias en la ciudad.

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