Archivado el principal caso de Mossos contra el anarquismo en Barcelona
La Audiencia Nacional acusa a la policía catalana de no haber probado en tres años que los 11 detenidos pertenecían a grupos terroristas
La Audiencia Nacional ha archivado la principal causa de los Mossos contra el terrorismo de corte anarquista en Barcelona, que conllevó el registro de la emblemática casa okupada del barrio de Gràcia, la Kasa de la Muntanya. Se trata de uno de los centros okupados más simbólicos de la ciudad. El 16 de diciembre de 2014, más de 450 Mossos desplegaron un amplio operativo en el que detuvieron a 11 personas acusadas de formar parte de grupos terroristas libertarios.
Tres años después, “pese a los diversos y sucesivos teléfonos intervenidos y los informes de todo tipo que han sido recabados” lo único “obtenido” es la “comprobación de que los investigados se relacionan con personas del colectivo anarquista, algunos con antecedentes penales, así como con personas que han sido condenadas por su pertenencia a los GAC [Grupos Anarquistas Coordinados]”, sostiene la magistrada Carmen Lamela, que da carpetazo al asunto en dos páginas.
La magistrada afirma que en los sucesivos informes de los Mossos solo se han aportado datos de “reuniones, viajes y visitas a centros penitenciarios”. “Afirmaciones genéricas sin ninguna base objetiva”, subraya, sobre el contenido de las conversaciones. Tampoco han “arrojado luz alguna” el análisis de los dispositivos electrónicos que se intervinieron. “No se advierte en definitiva ningún avance sustancial que permita continuar con la investigación”, concluye.
Siete de los 11 detenidos permanecieron un mes y medio en prisión, y los Mossos registraron durante más de 13 horas la Kasa de la Muntanya. En el auto de prisión, el magistrado Javier Gómez Bermúdez aseguró que los imputados eran sospechosos de “constituir, promover, dirigir y pertenecer a una organización terrorista” y “tenencia y depósito de sustancias o aparatos explosivos y delitos de daños y estragos con finalidad terrorista”. En definitiva, de ser personas que provocaban altercados en la ciudad para acabar con la paz social.
La magistrada Lamela ya fue muy dura con la segunda fase de la operación Pandora, que ya archivó en junio del año pasado. Entonces fueron detenidas nueve personas más y se registraron una decena de casales libertarios. Como ahora, Lamela aseguró que el único hecho indudable era que los investigados se relacionaban con anarquistas, pero de nuevo criticó a los Mossos por no aportar prueba alguna de que perteneciesen a grupos terroristas.
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