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Rubén Pozo encadila a “los hijos del rock mañanero”

El público se entregó al cantante en la sala Galileo durante Los Matinales de EL PAÍS

Patricia Peiró
Ruben Pozo en un concierto de los matinales de El País, en la sala Galileo.
Ruben Pozo en un concierto de los matinales de El País, en la sala Galileo.Carlos Rosillo

Rubén Pozo ha dicho en alguna ocasión que cada vez que abre la boca, lo que sale suena un poco a rock. Pues bien, su saludo al público que ayer acudió a la sala Galileo para escucharle en Los Matinales de EL PAÍS tuvo mucho de esa actitud: “Buenos días, hijos del rock mañanero”. El músico madrileño está ocupado en los últimos coletazos de la gira de su disco En marcha,que durante dos años le ha llevado por toda España y México, y ya se encuentra inmerso en la grabación del próximo.

Pozo se presentó sin artificios, en acústico y acompañado del guitarrista Víctor Pescador, y empezó a hacer entrar en calor a los asistentes con Por eso se hace. El segundo tema, Rucu rucu, estuvo acompañado de las palmas del público, y con Tontos de tanto rock&roll sacó toda la vena rebelde. “Es un honor superlativo estar en una sala tan importante para la cultura de Madrid, y también en el templo de Faemino y Cansado”, dijo.

El concierto supuso también un canto a Madrid. Las historias de Pozo van desde Lavapiés a la Gran Vía e incluso por los descampados de la ciudad, aunque también viajan hasta Buenos Aires. El músico nació en Barcelona, pero se destetó en Madrid, como reza uno de sus temas, concretamente en la Alameda de Osuna, donde dio sus primeros pasos con bandas como Buenas noches Rose primero o Pereza después, el grupo con el que alcanzó el olimpo del éxito.

El músico tuvo palabras especialmente dirigidas a todos los niños que ocupaban las sillas de la Galileo: “Está muy bien corromper a la chavalada ya, que vean que no todo sale de Internet, que hay gente que hace lo que le sale de dentro en directo”. Pozo tan solo abandonó su guitarra, sin la que asegura que no sabe muy bien cómo vivir, para enfundarse una mandolina y tocar la armónica en la canción Chatarrero.

El concierto acabó con canciones a dúo entre el artista y el público. Con Pelos de punta bajó del escenario para tocar un solo entre los asistentes, con Nombre de canción todos los brazos levantados acompañaron el ritmo de la canción. “Hasta luego, guapas y guapos”, se despidió el artista de la audiencia, puesta en pie.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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