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Nadie se atreve con la Via Laietana

Barcelona ha reducido el tráfico en grandes arterias pero recela de hacerlo en la calle que cruza Ciutat Vella. Colau prioriza este mandato la reforma de La Rambla

Clara Blanchar
Rotonda de la Via Laietana de Barcelona
Rotonda de la Via Laietana de BarcelonaAlbert Garcia

No hay quien se atreva con la Via Laietana. Mientras en los últimos años Barcelona ha ensanchado aceras en grandes arterias a costa del tráfico (Meridiana, Diagonal, paseo de Gràcia, Balmes, Aragó), reurbaniza (Paral.lel), peatonalizado o creado zonas 30 (cascos antiguos) y bajado carriles bici a la calzada, han pasado los alcaldes y nadie se ha atrevido a eliminar coches de esta calle que cruza Ciutat Vella de mar a montaña y por la que los días laborables circulan 53.000 vehículos.

Y nadie incluye al gobierno de la alcaldesa Ada Colau, decidido como nunca hasta la fecha a sacar coches de la ciudad. De ahí que cuando esta semana la concejal del distrito, Gala Pin, anunció una reforma de mínimos —que mejora el acceso a los semáforos y elimina las semirotondas de la plaza de la Catedral—, le llovieron críticas. De la oposición, que considera tibia la reforma. Y de los comerciantes, que la tacharon de “inmovilista”. Pin responde que en este mandato priorizan la reforma de La Rambla y que es una cuestión también de presupuesto.

Técnicos y políticos de gobiernos del PSC, que piden no ser citados, evocan varios motivos por los que nadie abre el melón de la Via Laietana: porque “habitualmente se ha analizado desde el distrito cuando es un tema de ciudad”; por “las presiones de las fuerzas vivas del coche”; porque hay dos grandes aparcamientos (uno público, el del mercado de Santa Caterina) que viven de la gente que va en coche; porque “los técnicos de movilidad oyen las palabras cortar y Via Laietana y se llevan las manos a la cabeza”, y porque “para meter mano en la Via Laietana habría que meterla también en La Rambla y el Paral.lel y contemplarlas en las alternativas para el tráfico”. De hecho, recuerdan que hace años, cuando se analizaban alternativas para el tráfico, se pensaba en la calle de Comerç, ahora peatonalizada en torno al Born.

Y en breve, obras en el metro de Jaume I

En pleno debate por la Via Laietana ha pasado desapercibido que están a punto de comenzar las obras para instalar ascensores en el metro de Jaume I. Esto tendrá afectación en las calzadas —la mínima, pero la tendrá— y por lo tanto sobre el actual tráfico de esta arteria. La adaptación de las dos bocas a las personas con movilidad reducida es una obra larga y compleja, avisan desde Movilidad.

Estas fuentes citan “el único” plan que ha habido para pacificar de verdad la vía y sacar tráfico. El de la ex concejal de Ciutat Vella Itziar González, que eliminaba dos carriles. “El proyecto ejecutivo salió del distrito y Foment de Ciutat Vella hacia el Área de Urbanismo para ser informado el 9 de noviembre de 2010”, recuerda González, que lamenta que cuando hay relevos políticos los estudios técnicos se queden en un cajón “aunque se han pagado con el dinero de todos”. “Cuando llegué la gente me lo pedía, los vecinos y CiU desde la oposición, pero me di cuenta de que no se veía como algo prioritario. Pero por obstinación comencé a mirarlo. Decidí que al margen de si había dinero, dejaría listo el proyecto ejecutivo”, cuenta. Y en parte se centró en “ordenar el lío de los servicios en el subsuelo”. Una obra como la Via Laietana necesitaría también que las compañías invirtieran en poner al día sus instalaciones, explica. Otro cantar fueron las reuniones con movilidad: “Íbamos a sacar dos carriles y no lo veían bien”, asegura. González cree que en un caso como Via Laietana “la única fuerza que tienes es la demanda ciudadana, y en este caso no admite parches”.

Con la entrada de CiU en el gobierno de Barcelona, la concejal de Ciutat Vella fue Mercè Homs. Defiende dos cuestiones: que a sabiendas de la complejidad de Via Laietana, el partido no se atrevió a prometer la reforma en su programa electoral; y que lo dejó todo listo para abordar la reforma definitiva en un segundo mandato. “Lo que propone ahora Gala Pin lo hubiera podido hacer en el minuto uno, no tras dos años de mandato”, lamenta. Homs enumera sus actuaciones: “Sacamos los autobuses turísticos que paraban en la plaza Berenguer y condicionamos las esquinas de los dos Sant Pere y Comtal”, unas obras que se hicieron a medias con financiación privada.

La Rambla, prioridad de Colau

Pin responde argumentando que la prioridad de este mandato es La Rambla. “Cómo quede el tráfico en La Rambla condicionará la actuación en Via Laietana”. En cualquier caso, asegura que tendrá en cuenta el trabajo hecho previamente para hacer un proceso participativo a partir de 2018. También defiende que las intervenciones de este mandato para mejorar la conectividad entre barrios “no son menores”.

Quien se ha mirado del derecho y del revés la Via Laietana es el director de servicios de Movilidad, Adrià Gomila. Hay consenso en reducir el tráfico, celebra. “Y voluntad de hacerlo”. Han analizado cuántos carriles eliminar y qué hacer en su lugar: si aceras, si bicicletas… Y para el tráfico que se rebaja, tienen alternativas previstas, asegura. Siempre garantizando que pueda pasar el transporte público, el acceso de los vecinos y las mercancías. Pero no las revela. “El compromiso en este mandato es ponerlas sobre la mesa, discutirlas y redactar un proyecto”, dice. Al final, tampoco tiene tanto secreto. Hay un carril de bus más dos de coches de bajada. Y uno y uno de subida. Se trata de decidir si se eliminan uno, dos, o eliminar la subida, una solución compleja. Pero con una certeza que conviene recordar, aunque es aplastantemente lógica: “En coche, podrás llegar a todas partes, aunque no de la misma forma que lo hacías”.

Discrepancias en el gobierno Colau

La reforma que anunció la concejal Gala Pin el pasado miércoles provocó división de opiniones en el seno del ejecutivo de la alcaldesa, Ada Colau. Los socios del PSC, con Daniel Mòdol al frente, criticaron la reforma por “insuficiente”. “Un parche”, dijo, del que se enteró por la prensa y que no mejora el espacio público y no se ha consensuado con los vecinos, apuntó. Desde el distrito no se ha querido hacer sangre con la cuestión, pero aseguran que los consejeros socialistas estaban informados del plan.

El jefe de filas del PSC, Jaume Collboni, afirmó el jueves que el Ejecutivo “hace muchas cosas muy buenas pero a veces se producen discrepancias”. “Estamos convencidos de que seremos capaces de hacer una propuesta consensuada que recupere la vitalidad que nunca debería haber perdido la Via Laietana”, afirmó conciliador. Antes, los socialistas habían hablado con sus compañeros de Barcelona en comú, capitaneados durante el permiso de maternidad de Colau por Gerardo Pisarello. El propio alcalde accidental apuntó que todo el gobierno es partidario de una reforma integral.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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