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Seat y Ficosa se ponen a la cabeza de la recuperación del automóvil

El sector de las cuatro ruedas mejora tras años de caídas de ventas y de reducciones de plantillas

Camilo S. Baquero
Cadena de montaje de Seat en Martorell.
Cadena de montaje de Seat en Martorell.A. Garcia

Seat ha anunciado esta semana que el pasado año ganó 232 millones de euros. Y Panasonic ha avanzado la toma de control sobre Ficosa. Ambas noticias simbolizan la recuperación de una industria de la automoción, responsable de un tercio de la actividad industrial catalana, que finalmente obtienen resultados positivos tras años de sombras, protagonizados por la caída de las ventas y beneficios, así como la extensión de los ajustes a las plantillas y el parque de proveedores. Los sindicatos temen que la revolución tecnológica en la que está inmersa la industria augure futuros ajustes en el empleo.

“A nivel mundial, la automoción vive un momento fantástico y en Cataluña estamos en línea”, asegura Vicenç Aguilera, presidente del Clúster de la Industria de la Automoción (CIAC). “Ahora estamos recogiendo los frutos de los sacrificios que hemos hecho durante la crisis, pero lo que se nos viene es aún más fuerte”, advierte el presidente de la federación de industria de CC OO y líder sindical en Nissan, Javier Pacheco.

Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat (UGT) se pregunta: “Si queremos crecer, nos tenemos que reconvertir. En el marco del coche eléctrico, ¿qué haremos con una industria auxiliar que hace tubos de escape y filtros de aceite?”. Mientras los sindicatos ven un sector precarizado, la Generalitat asegura que hay una alineación en los objetivos de cara a una renovación y destaca el aumento del 4% en 2016 en la ocupación en el sector auxiliar. “Los datos nos muestran la buena salud del sector”, dice Joan Aregio, secretario general de Empresa.

Seat y Nissan, los dos principales constructores en Cataluña, llegaron a fabricar en conjunto en 2006 más de 600.000 unidades anuales. Con la crisis esas cifras se derrumbaron a partir de 2009, cuando cayeron un 40%. El efecto fue un desplome de las cuentas de resultados. Seat llegó a perder 187 millones de euros. El año pasado las ventas volvieron a mostrar un repunte, hasta los 554.500 vehículos. Se está lejos de los máximos históricos, pero el promedio de los vehículos que se fabrica ahora es de mayor valor añadido.

El ajuste de la dinámica productiva a la nueva realidad del mercado abocó a las dos empresas a hacer ajustes en su plantilla y arrastró consigo a los fabricantes de componentes. La filial del Grupo Volkswagen presentó cinco expedientes de regulación de empleo entre 2008 y 2010. Hace 17 años, la plantilla rondaba los 15.000 puestos de trabajo y bajó hasta los 10.300. Nissan también vivió dolorosos recortes: de 4.500 empleos en 2008 a 4.000 ahora.

Ficosa como ejemplo

Seat está usando el 90% de su capacidad instalada y la llegada de una nueva plataforma modular permitirá en un futuro poder pujar por nuevos modelos del VW, lo que garantiza su continuidad. En Nissan las expectativas son un poco más conservadoras, debido al resultado del Pulsar, un modelo que si bien cumple sus expectativas de mercado en España, no logra el mismo resultado en el exterior. Sus esperanzas de futuro recaen sobre la producción de pick up para Renault y Mercedes.

“Nissan está en una situación solvente porque tiene amortizadas las inversiones, pero nos preocupa el futuro”, confiesa Pacheco. Los sindicatos reivindican que los trabajadores se han llevado la peor parte durante la crisis y que gracias a bajar sus derechos las plantas han logrado ser competitivas para atraer nuevos modelos. Nissan ha rebajado los costes de producción un 41% en ocho años y ha logrado atraer tres modelos.

Ficosa es un ejemplo del efecto sobre la industria auxiliar. Desde 2010 ha encadenado varias regulaciones temporales de empleo y de rescisión de contrato. La empresa familiar catalana, un referente en la fabricación de retrovisores o antenas para coches, tuvo que ser salvada por la Generalitat, que adquirió un 20% del accionariado para facilitar la entrada de Panasonic. Los japoneses anunciaron el pasado martes su intención de adelantar la compra de las acciones del Gobierno catalán, asumiendo el 69% del capital.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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