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Los lugares de... Alberto Conejero

Masones y tirolinas

El dramaturgo retrata un Madrid de tabernas, cupletistas, kamikazes, panteones y hombres ilustres.

El dramaturgo Alberto Conejero, en la biblioteca del Ateneo de Madrid.
El dramaturgo Alberto Conejero, en la biblioteca del Ateneo de Madrid.LUIS SEVILLANO
Sergio C. Fanjul

1. Panteón de Hombres Ilustres. Se ha mantenido a salvo en su fracaso: hay muy pocos hombres ilustres ahí. Un lugar desastrado y extraño que la gente no conoce, como escondido por donde Atocha. El edificio es de lo poco que hay de arquitectura neobizantina en Madrid. Es un sitio de desahogo al que me gusta ir a leer (Julián Gayarre, 3).

2. La tumba de La Fornarina. La Fornarina fue una cupletista maravillosa que fue prostituta en el río. Yo soy un apasionado del cuplé, así que a veces visito su tumba medio olvidada en el cementerio de San Isidro. Tiene la forma de un ángel decapitado y me recuerda aquel Madrid frívolo, absurdo y brillante de principios del XX.

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3. Mis librerías favoritas. En Enclave (Relatores, 16) me tratan muy bien, tienen una muy poderosa sección de poesía y en cuanto me ven entrar ya me dicen si ha llegado algo de Quignard o Bobin. Además, Rafa Soto ha abierto Nakama (Pelayo, 22), en plan kamikaze, una librería como tal, donde hay fundamentalmente libros y no otras cosas. Ahí fue donde primero llegó mi poemario Si descubres un incendio (La Bella Varsovia).

4. Los jardines del Príncipe de Anglona. Se han mantenido de espaldas a la gentrificación de La Latina. Por semana no hay gente y es un sitio fantástico para relajarse, un jardín que resiste entre tanta plaza dura de hormigón con unas vistas preciosas a la calle Segovia (Plaza de la Paja, 6).

5. Ateneo de Madrid. Un lugar como plegado sobre sí mismo, nada de la entrada anticipa lo que hay dentro. Sitio histórico, ha mantenido dinámicas y rutinas periclitadas en el resto de la ciudad. La pecera de la vetusta biblioteca es un lugar hermosísimo. Todo el Ateneo es recorrido por aires masónicos (Prado, 21).

6. Madrid Río. Es como una cicatriz recuperada. Hay algo de sus tirolinas y chorritos de agua que me conmueve, ahí se ve el poblachón manchego que es Madrid y que no debe dejar de ser. Ah, y las máquinas de entrenamiento. Por ahí está Matadero y toda la zona de Legazpi que va a ser un nuevo Manhattan, muy diverso y esperemos que sin gentrificar.

7. Bar F.M. Es famoso por su jamón, que te hace inmortal, y su póster de Samantha Fox. Francisco Manuel, F.M., Paco, es un maravilloso señor de Talavera que regenta una de las pocas tabernas auténticas que quedan en Lavapiés y que tiene unos horarios de apertura muy aleatorios. Antes formaba triángulo con otros lugares como La Lupe y el Mosquito (Olmo, 35).

8. Basílica Pontificia de San Miguel. Ocupa uno de esos espacios que resisten al paso del tiempo y a los cambios de la urbe. Del XIX, tiene una peculiar fachada convexa, preciosa, de las mejores fachadas barrocas que hay en la ciudad. Pero es mejor verla por fuera que por dentro (San Justo, 4).

9. Sociedad Cervantina. Ahí estaba la imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió El Quijote. Es un lugar especial para mí porque ya han comenzado las obras del nuevo teatro Cervantes, que vamos a llevar María Velasco y un servidor, tratando de compaginar las obras del clásico con nueva creación contemporánea (Atocha, 87).

10. Museo de Artes Decorativas. Es un pasote, es infinito, muy heterogéneo. No es muy conocido (como otros: el Lázaro Galdiano, el Cerralbo, etc) , pero hasta que no lo visitas no sabes lo que tiene. Soy fan de sus escritorios y secreter con muchos cajoncitos, de su pintura japonesa, de los trajes y muebles antiguos... Cada vez me interesa más el teatro de objetos, aquí compruebo todo lo que pueden estos contar (Montalbán, 12).

Drama sin descanso

Alberto Conejero (Jaén, 1978) es ya uno de los dramaturgos contemporáneos más relevantes. Ayer estrenó Ushuaia en el Teatro Español (hasta el 16 de abril) y en unos días lanza el libro Teatro 2010-2015 (Ediciones Antígona). En mayo vendrá Fuenteovejuna en el Teatro de la Comedia.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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