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La industria recobra la confianza tras diez años de crisis

Los buenos resultados en las exportaciones aúpan las expectativas de consolidación de la recuperación económica

Camilo S. Baquero
Contenedores del puerto de Barcelona.
Contenedores del puerto de Barcelona. Carles Ribas

Por primera vez desde junio de 2007, la confianza de los empresarios industriales es positiva, tanto a nivel catalán como en España y la Unión Europea. Así lo revelan los últimos datos de la encuesta de Clima Industrial del Observatorio del Trabajo y Modelo Productivo de la Generalitat. La respuesta positiva a los tres niveles es un signo de la confianza en la consolidación de la recuperación de la economía entre los empresarios. Un entusiasmo que alerta a los sindicatos, que se preparan para reclamar su parte de la tarta en la nueva riqueza que se genera.

Más allá de las cuentas de resultados, el estudio mide cualitativamente el nivel de optimismo de los empresarios. Se realiza a través de encuestas directas y calcula tres aspectos en función del saldo de respuestas positivas y negativas: las expectativas de ventas, la cartera de pedidos y los inventarios de producto de las industrias. Según el Observatorio, Cataluña terminó el 2016 con valores positivos respecto al Indicador de Clima Industrial (ICI), una situación que no se daba desde 2015. El ICI alcanzó los 0,6 puntos en diciembre y, aunque el promedio anual sigue estando en terreno negativo (-1,9), es el mejor resultado desde 2007. En 2009, la media anual fue de -33,2, el peor año de la serie. El último ejercicio con un ICI positivo fue hace 17 años (3,8).

La mejora en los datos evidencian la capacidad de la industria catalana para competir a nivel global”, asegura Antoni Garrell, presidente de la Fundació per la Indústria. La percepción de consolidación se ve aupada por los buenos resultados de las exportaciones, que en 2016 batieron récord por sexto año consecutivo al llegar a los 65.142 millones de euros y subir un 1,7% con respecto a 2015. Entre los sectores más dinámicos están la industria de bienes de equipo, que vendió en el extranjero un 10% más y representa un 19% del total de las exportaciones. La alimentación creció un 5,6% y tiene un peso del 14%.

El año pasado, la valoración sobre el estado de la cartera de pedidos se recuperó tres puntos, si bien sigue siendo negativa (-9,45). Aunque la cifra es modesta, el contexto explicaría por qué mejora la confianza. El resultado de 2016 es 48 puntos superior que el de 2009. El año pasado, el nivel de existencias (5,9) aumentó un punto con respecto al ejercicio anterior, pero una vez más está lejos de las magnitudes de dos dígitos registradas entre 2008 y 2013. Esta reducción histórica alargada en el tiempo del stock y los resultados en los dos primeros meses del 2017 hace prever un incremento de la producción a corto plazo.

La producción y tendencia de los precios de venta experimentó en 2016 su mejor resultado medio anual desde el 2000, al ubicarse en 9,4 puntos. El índice de producción industrial encadena dos ejercicios con cifras positivas mes tras mes y creció el 3,2% el año pasado. De acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa del último trimestre de 2016, la ocupación en el sector industrial aumentó respecto al anterior semestre un 0,7%, pero decayó si se compara con el 2015 (1,4%).

Los sindicatos piden recuperar los derechos perdidos

Los sindicatos, por su parte, también quieren que la bonanza económica se refleje en las condiciones laborales. Así, insisten en la necesidad de que esas mejoras en las perspectivas y en las cuentas de resultados se transmitan a la realidad de los trabajadores, el colectivo más afectado por la crisis económica y sus consecuencias. El mensaje de CC OO y UGT es idéntico: el 2017 será el año de la recuperación de los sueldos y los derechos laborales perdidos con la crisis y la reforma laboral.

“La riqueza que se ha producido en el 2016 ha de llegar a toda la sociedad”, pidió hace pocos días el secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros. Desde CC OO, Joan Carles Gallego también anunció que el 2017 sería un “año caliente” en lo que respecta a las movilizaciones sociales para salir a la conquista de la parte de riqueza que se comienza a generar.

Por otra parte, Garrell cree que la nueva coyuntura económica y empresarial obliga a los empresarios a sofisticar mucho más sus productos para poder seguir siendo competitivos.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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