Micromusicales que retumban con fuerza en un sótano

Cada Navidad desde hace cuatro, las cinco salas del sótano de quince metros cuadrados se llenan de música con voces en directo para un máximo de quince espectadores hasta el 30 de diciembre. Las obras se reparten en funciones matutinas para niños, de tarde y golfas (a partir de las dies y media de la noche).

"Este el off del off", asegura uno de los asistentes a la función de tarde. "No nos movemos por factores comerciales para seleccionar las obras, quizá por eso es nuestro éxito comercial. Nos quedamos con propuestas que nos propongan algo distinto, y haya variedad", argumenta Miguel Alcantud, director artístico y creador del formato. Este año hay comedias, thrillers y melodramas cuyo objetivo es "emocionarte desde la primera nota", explica Ariadne Serrano. "Si la obra no engancha desde el principio, estas perdido, no hay tiempo para remontar", asegura la directora de la obra escrita por Rodrigo Vega, ex compañero de Serrano en la escuela de arte dramático Juan Carlos Corazza, que trata sobre dos actores de diferente perfil que se presentan al mismo casting. "Uno es un seductor sin mucha formación, el otro se ha hecho todos los cursos del mundo y es un actor de método, pero el show business les dará una lección", añade Serrano.

Los musicales de Disney inspiran cada año algún título. Esta vez es la madrastra de Blancanieves la que protagoniza una conversación con su espejo en forma de comedia. "Se trata de una parodia de los cuentos Disney que destapa su parte oscura", explica el compositor de la partitura Jorge Toledo, que cuenta con dos obras suyas en el cartel. "La otra es una bonita historia de amistad entre un gay y una lesbiana". Habla de Beso, atrevimiento, verdad, co-escrita y protagonizada por Julián Salguero, con quien ha montado Tinoní Creaciones, responsable de Por culpa del amor, un micromusical que ha girado por toda España y Latinoamérica, donde en los últimos años han proliferado las salas de este nuevo género ínfimo.

Tras varios años funcionando bien, los creadores presentan propuestas cada vez más originales. Este año hay un "divertimento lírico-dramático en forma de ópera barroca", 'Humberto de Coslavia o la llamada del deber', de corte clásico, escrita por Fernando Samper, sobre un príncipe que se debate entre el amor y deber. "Todo actor y cantante debería pasar por Microteatro, haces hasta siete funciones en una noche", confiesa Alex Parra, el protagonista.

También se han montado comedias musiconfesionales, espectáculos de improvisación musical y ciencia ficción inspirada en películas míticas de los ochenta como Regreso al pasado, escrita y dirigida por José Masegosa. "Es la historia de un científico que descubre una forma de viajar en el tiempo. Desde el minuto uno la energía es altísima y mantenemos el ritmo durante los 12 minutos que dura", admite Emilio López, uno de los protagonistas, cara, y voz, habitual del teatro musical. Al igual que el director Víctor Conde, responsable de la última producción de Los Miserables en España o Zenón Recalde, director residente de El rey león que cuentan con sus propios microtitulos estas navidades. Recalde también con dos.

Hasta una intérprete pop, la venezolana Georgina León ha escrito un título para esta particular forma de contar historias en la que tanto el público como los actores experimentan una sensación única. "La gente se queda perpleja porque ves sudar, llorar y cantar a los artistas a centímetros de ti", confiesa Toledo. "Es curioso, el público parece no darse cuenta pero puedes percibir casi hasta lo que están pensando", explica Parra. "Sientes que actúan solo para ti y esa sensación es mágica", concluye el director artístico de todo este minúsculo formato, Miguel Alcantud.