El último gran museo pendiente en Málaga abre el 12 de diciembre
Los fondos de pintura se exhibirán en el Palacio de la Aduana tras dos décadas almacenados
El Museo de Málaga, que concentra los fondos del Bellas Artes y el Arqueológico y contiene una de las colecciones de pintura del XIX más importantes de España, abrirá al público el próximo 12 de diciembre. Las piezas están almacenadas desde hace casi dos décadas y ahora se mostrarán en todo su esplendor en el formidable Palacio de la Aduana, un enorme edificio de estilo neoclásico reconvertido en pinacoteca gracias a una inversión del Estado de 40 millones de euros. La gestión corresponde a la Junta de Andalucía, que recepcionó el inmueble en mayo pasado. La fecha de apertura la ha anunciado este lunes la consejera de Cultura, Rosa Aguilar. "Es el lugar que se va a convertir en un referente cultural y que va a dinamizar más la ciudad. Aquí habita una parte del alma de Málaga", ha subrayado.
El Museo de Málaga es la última gran pinacoteca pendiente en una ciudad que presume de contar con las marcas internacionales Picasso, Carmen Thyssen, Pompidou y Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. Se trata, además, del espacio cultural más demandado y querido por los malagueños, que en 2001 se echaron a la calle para reclamar el uso museístico de un inmueble que entonces era sede de la Subdelegación del Gobierno en la provincia. La plataforma ciudadana La Aduana para Málaga, un movimiento que había surgido a finales de la década de los 90, logró por fin en 2005 que el edificio administrativo se reconvirtiera en futuro museo.
La fecha de apertura elegida, el 12 de diciembre, coincide con el 19 aniversario de la primera vez que esta plataforma se manifestó para pedir el uso museístico del inmueble, en 1997. La colección de pintura del Bellas Artes la forman unos 2.000 lienzos que han estado guardados desde 1997, cuando fueron desalojados del Palacio de Buenavista para que este inmueble se transformara en el actual Museo Picasso Málaga (MPM). En La Aduana ocupan la primera planta del inmueble y el paseo permite admirar la obra de Ramón Casas, Joaquín Sorolla, Carlos de Haes, Federico de Madrazo o Antonio María Esquivel. También la de los maestros Velázquez, Murillo y Zurbarán. Una de las pinturas más populares y atractivas es ¡… Y tenía corazón! (o Anatomía del corazón), de Enrique Simonet y Lombardo (1890), colgada frente a frente de El juicio de París (1904), del mismo autor. Esta sección también se adentra en las vanguardias del siglo XX, con representantes del arte moderno español hasta la década de los cincuenta del siglo pasado y creaciones contemporáneas de artistas malagueños.
El Bellas Artes de Málaga supera el centenar de obras en depósito procedentes del Prado. Los más de 18.000 metros cuadrados de la pinacoteca incluyen los fondos del Arqueológico, creado en 1947. Han estado almacenados desde 1996, cuando las obras de rehabilitación de la Alcazaba, que era su sede, obligaron a su traslado. Está integrado por unas 15.000 piezas de las que inicialmente se exhibirán aproximadamente 2.000, en la segunda planta del inmueble, donde se inicia una visita planteada de arriba abajo. La fastuosa colección de arte romano atesorada por la familia Loring en el siglo XIX abre un recorrido que se adentra en las raíces milenarias de Málaga.
Los yacimientos de la provincia son los protagonistas y hay dos piezas impresionantes que destacan sobre las demás. Una es la tumba del guerrero, del siglo VI antes de Cristo y localizada en 2012 en el casco histórico de la ciudad, extramuros de la ciudad fenicia de Malaka. Se ha conservado intacta y junto a los restos inhumados de un varón de mediana edad apareció un ajuar propio de un soldado griego. La otra es el mosaico del Nacimiento de Venus, hallado en el municipio de Cártama a mediados de la década de los 50 del siglo pasado. En el centro de la composición, la diosa navega en una concha.
El Museo de Málaga es uno de los vértices del triángulo cultural que se extiende por calle Alcazabilla y que completan la parte trasera del Museo Picasso y la Alcazaba, con el Teatro Romano a sus pies. La rehabilitación ha devuelto al majestuoso edificio la cubierta que perdió en un incendio en 1922, con tejas de aluminio. El patio alrededor del que se configura el inmueble permanecerá abierto al público, que podrá disfrutar de la esperada infraestructura cultural a partir del 12 de diciembre.
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