Calvo anuncia que el Gobierno cederá en julio la Aduana de Málaga para convertirla en un museo

Poco antes de comenzar la entrega de los Premios Nacionales de Literatura 2003, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, afirmó que en el mes de julio negociará con el Ministerio de Administraciones Públicas la cesión del Palacio de la Aduana de Málaga. El edificio alberga actualmente la Subdelegación del Gobierno. El PSOE se ha comprometido ha convertir el Palacio de la Aduana en Museo Provincial de Bellas Artes y Arqueológico. Calvo señaló que, en cuanto ajuste su agenda con la del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, se formalizaría el documento "para que el edificio esté a disposición del proyecto" en el que trabajará el Ministerio de Cultura.

La ministra explicó que, desde que ocupó su cargo, en marzo de 2004, ha trabajado en el expediente para que el inmueble sea la sede completa del Museo de Bellas Artes. Calvo añadió que ha encargado a los técnicos de su departamento un informe sobre la situación del edificio, los metros útiles con los que cuenta y el espacio aprovechable para el futuro museo. Cuando el informe esté concluido, Calvo encargará el plan museográfico, elaborado por la Junta de Andalucía, que gestionará el Museo, y el proyecto de inversión en la infraestructura, que corresponderá al Ministerio de Cultura.

Calvo detalló que, tras la firma del convenio, convocará una comisión mixta "para que la consejera de Cultura pueda sentarse con el director general" y el traspaso se haga "de la forma más constructiva y eficiente posible". El objetivo de la ministra es que Málaga "tenga dos grandes museos", después de la inauguración del Museo Picasso en octubre de 2003.

La financiación del proyecto estará contemplada en los Presupuestos Generales del Estado de 2005, según Calvo. El dinero se destinará a reordenar, restaurar y modernizar el edificio. Los fondos del Museo de Bellas Artes de Málaga llevan casi siete años abandonados en el ático del Palacio de la Aduana, desde que fueron desalojados de su sede anterior, el Palacio de Buenavista, para acondicionar el edificio para el Museo Picasso de Málaga. El público no puede acceder a los cuadros.