_
_
_
_
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Unos Juegos tocados de muerte

El formidable impulso experimentado por los Juegos Olímpicos ha corrido en paralelo con la decrepitud de los Juegos Mediterráneos

Robert Álvarez
Solar que debería albergar instalaciones de las competiciones de 2017.
Solar que debería albergar instalaciones de las competiciones de 2017.Josep Lluís Sellart

El formidable impulso experimentado por los Juegos Olímpicos, con la apertura al profesionalismo y el salto cualitativo que significó Barcelona-92, ha corrido en paralelo con la decrepitud de los Juegos Mediterráneos. El aplazamiento de la XVIII edición de la cita a la que estaban llamados los países ribereños bañados por el Mare Nostrum —una adscripción incongruente con los parámetros imperantes hoy en el deporte mundial— supone un descrédito para el Comité Organizador de Tarragona, para España y el Comité Olímpico Español (COE) y para el Comité Internacional de los Juegos, englobado en el Movimiento Olímpico, pero con poca voz y voto en el Comité Olímpico Internacional (COI).

El mero recuento de las ciudades intermedias que han acogido o acogerán la cita —Bari, Pescara, Mersin, Tarragona, Orán— dan una idea sobre su impacto, cada vez más limitado. En la última edición, hace cuatro años, en Mersin (Turquía), no hubo ni un solo enviado especial de prensa español, algún francés, algún italiano y para de contar. La repercusión de las competiciones que pretenden emular a los Juegos Olímpicos y en las que Tarragona espera contar con 4.000 deportistas de 26 países, es cada vez más local. Para las federaciones nacionales, el evento se convierte en un compromiso al que muchas veces no pueden hacer frente. Así se entiende que España no estuviera representada en Mersin en importantes deportes por equipos, como el fútbol, el baloncesto o el balonmano masculino. En la ciudad de la costa sur de Turquía, apenas compitieron algunos deportistas de primer nivel, como Craviotto, Lidia Valentín, Eva Calvo, Carolina Rodríguez o Jessica Vall.

A la falta de repercusión mediática y de alicientes deportivos, se añade ahora la gravísima decisión de aplazar un año la competición. Es inevitable si se atiende a la tremenda rebaja presupuestaria, la supresión de instalaciones previstas y los retrasos en las que deberían estar ya a punto. Ello supone un quebranto para Tarragona y un mazazo para unos Juegos que van de capa caída, cada vez más retrotraídos a categoría regional.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_