Cíclope místico

Es una cosa espiritual a la par que rara. Tiene algo de meditación, de liturgia y de performance que transita entre lo extraño y lo sagrado. También de tren de la bruja, pero utilizando el lenguaje del arte contemporáneo. Cíclope es la experiencia que el artista Wences Lamas (Vigo, 1983) ofrecerá el próximo sábado a los interesados en la galería Espositivo (calle de Loreto y Chicote, 4). El artista lo llama “ritual de iniciación al milagro”. Y el humor —no se asusten por la intensidad— también tiene su papel.

La cosa empezó cuando Lamas presentó su libro Hemos venido a darlo todo (Editorial Ofegaous) en el museo Reina Sofía. “Es un lugar muy de erudito, de la ceja levantada, y yo quería que en la presentación de mi libro estuviéramos todos más relajados y más a gusto”, explica el creador. Así que invitó al respetable a cerrar los ojos durante cinco minutos, para realizar esta experiencia mística. Todo salió mucho mejor. A partir de esa semilla, la idea de Lamas fue evolucionando hasta lo que ahora es Cíclope. Para “experimentar la resurrección sin tener que morir”, explica Lamas, que también es miembro del grupo musical Reserva Espiritual de Occidente.

Lamas, inspirado por las esponjas (“son la cúspide de la pirámide espiritual, porque absorben y dan, y aquí absorberemos y daremos amor”) ha tomado lo que le interesa de los rituales, quitándoles la parafernalia new age (de muy mala prensa en ciertos ámbitos), y los ha llevado a su terreno. “En el mundo de la espiritualidad hay muchos que se han metido a ganar dinero o a echar polvos”, opina Lamas. “No quiero ser un gurú o un chamán, soy alguien normal, que ha visto Gran Hermano 1 y hace grandes esfuerzos por no comer fast food. Pero sí creo que cada uno tenemos una llama interna que hay que mirar más”.