Fiesta discotequera el 12 de octubre

Shakira, Manolo Escobar, música y banderas de España, la mayoría constitucionales, junto con mariachis y bailes típicos de América Latina. Así ha transcurrido la manifestación organizada por la entidad D’Espanya i Catalans en la que se han concentrado cerca de 5.000 personas en la plaza de Catalunya de Barcelona. Una protesta en la que se ha defendido la indivisibilidad del Estado y se ha proclamando que tienen a “España en el corazón”. Esta ha sido la concentración más mayoritaria de las tres que se ha producido por la mañana en Barcelona, a favor o en contra, de la Fiesta Nacional.

A las diez de la mañana, en el Paseo de Gràcia con Gran Vía, ha comenzado la única manifestación contraria a la festividad. Una convocatoria realizada por el movimiento antifascista que ha reunido a cerca de 400 personas entre los que se encontraban diferentes miembros de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona como la concejal Maria José Lecha o Josep Garganté.

Los Mossos d’Esquadra han abordado la jornada con un cordón policial en esa zona ya que por las bocas del metro del paseo de Gràcia comenzaban a salir manifestantes ataviados con banderas españolas constitucionales, o no, dispuestos a partir desde La Pedrera, el icónico edificio de Gaudí en la confluencia del paseo barcelonés con la calle de Provença, reivindicando su españolidad.

Los contrarios a la festividad han arrancado la marcha en dirección contraria a la marcha de D’España i Catalans. La manifestación no había sido comunicada, la policía desconocía el recorrido y los Mossos y la Guardia Urbana han ido improvisando junto con operarios de TMB que,  walkie talkie en mano, han desviado la circulación de los autobuses al paso de jóvenes encapuchados, petardos y gritos en contra del capitalismo, España y a favor de “los presos políticos”. Mientras los 400 anticapitalistas proseguían su marcha, los Mossos han intentado evitar que se aproximaran a la zona de plaza España donde 150 manifestantes de la ultraderecha estaban celebrando otro acto.

En la plaza de Catalunya, la fiesta de D'Espanya i Catalans ha continuado con sus cantos, sus vivas a España y sus silbidos a todo aquello que estuviera relacionado con Puigdemont, Mas, ERC o la palabra mágica: “proceso secesionista”. Un ambiente festivo con bailes, música, baberos, gorras, pins… rojigualdas y algún participante vestido de legionario. Al llegar a la plaza Cataluña en las primeras filas se ha visto a los máximos dirigentes del Partido Popular en Cataluña como el diputado Xavier García Albiol o el concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz. También ha ido el líder nacional de Vox, Santiago Abascal o Miguel Bosch, el líder del Movimiento Cívico 12O que saltó a los medios, en octubre de 2014, tras ser expulsado de la tribuna del público del Parlament de Cataluña y despedirse con un saludo brazo en alto al más puro estilo Tercer Reich.

Difuminados entre el público, miembros de entidades como Somatemps o partidos políticos como la Plataforma x Cataluña. También se ha visto al xenófobo Josep Anglada, que tras fundar varios partidos, ahora publicita su última creación Som Identitaris en la que sigue con sus políticas antiinmigración. Paradójicamente han disfrutado de la fiesta varios inmigrantes de origen sudamericano.

Las proclamas a favor de la unidad de España seguían en Plaza Cataluña cuando la manifestación antifascista ha llegado al monumento a Colón al final de la Rambla. Un monumento que la CUP ha pedido retirar y que se ha convertido en el símbolo a batir de los antisistemas. Los Mossos han cercado el conjunto monumental para impedir que lo dañaran y allí se ha procedido a leer un comunicado.

Mientras en plaza Cataluña se llegaba al punto álgido, Javier Barraycoa de la Comunión Tradicionalista Carlista gritaba “los nacionalistas son los asesinos del alma de Cataluña” y criticaba al nacionalismo: “No amáis a Cataluña, odiáis sus raíces y sus tradiciones”. Posteriormente ha llegado el turno de otros participantes que cargaron contra TV3. Jorge Luis Rodríguez de Acción Balear la ha llamado: “Canal temático del odio”. Luego ha sido el turno del líder de Somatemps, Josep Alsina y del presidente de Espanya i Catalans, Manel Parra.

El público no ha parado de aplaudir, pero el que ha concentrado toda la atención ha sido Albiol con el que los asistentes querían fotografiarse. Societat Civil decidió este martes suspender su acto en Can Dragó por riesgo de lluvia y los partidos, que pensaban asistir a él, tuvieron que cambiar sus planes. La cúpula popular decidió finalmente participar en la concentración y Albiol acaparó todo el protagonismo. Ciudadanos había anunciado que no acudiría y su presencia solo se limitó a la de dos ediles del Ayuntamiento de Barcelona, Paco Sierra, y Koldo Blanco, confundidos entre el público.

El fin de fiesta lo ha protagonizado un pequeño pilar casteller con la bandera de España y el himno nacional que algunos han cantado con la letra franquista de Peman. Para acabar la megafonía ha concluido con otro himno más popular: “Que viva España”, de Manolo Escobar.