Entre la Dehesa y la Puerta de Alcalá
La periodista, escritora y guionista hace un recorrido gastronómico sin salir de la almendra central de la capital
1. Dehesa de la Villa. Es un pulmón de Madrid; estás en la ciudad y a la vez no estás. Me recuerda a cuando íbamos de camino hacia El Escorial, donde pasábamos los veranos. A la Dehesa íbamos en familia, con la tortilla y los filetes empanados. Ahora me tomo la tortilla en el Mirador de Narcea (calle de Francos Rodríguez, 81) con unas croquetas y una cerveza siempre helada.
2. Harina. El café de la plaza de la Independencia, donde tienes la sensación de que dominas la ciudad mirando a la Puerta de Alcalá, como si fueras Carlos III. Allí viví las reuniones con las editoras de mi primera novela, con miedo, ilusión y nervios. Me gustan su limonada con hierbabuena y el bocadillo de roast beef con mostaza. (Plaza de la Independencia, 10).
3. Lakasa. Es cocina de mercado de calidad, dirigida por el cocinero César Martín y con Marina Launay de jefa de sala y Marco Masolini, que es el sumiller. ¡Tienen el mejor afinador de quesos! Hay que probar los buñuelos de Idiazábal y los garbanzos con carabineros. De vinos me quedo con el francés. (Plaza del Descubridor Diego de Ordás, 1).
4. Tipos Infames. Allí presenté mi primera novela, en una tarde-noche mágica con gente que me importa mucho. Cada vez que paso por esa puerta siento maripositas en el estómago. Libros y vino... ¿Qué más se puede pedir? (Calle de San Joaquín, 3).
5. Bodeguilla Los Rotos. Puedes tomarte una cañita allí viendo Huertas o compartir espacio con los gorriones que entran desde la calle. Edgar, el camarero, es un gran amigo y amante de la moda. Y Abel, el cocinero, es artista. Lo mismo te hace una sartén de huevos revueltos que un buen cuadro. De paso, el taller de Lola Fonseca, en la calle de Cervantes, que diseña y pinta telas. (Calle de Huertas, 74).
6. Sala Galileo. Cuántas noches, cuántos conciertos, cuántos espectáculos... Allí me atreví a subir al escenario con Pancho Varona en las Noches Sabineras. Sudé tinta china haciendo un monólogo de humor. Para picar algo cerca, El Imperio, en el número 51 de la calle. Ojo a sus setas y la flor de calabacín. (Calle de Galileo, 100).
7. My Veg. Verduras de la huerta navarra. Es de David Yárnoz (con su estrella Michelin) e Iñigo Orla. Probad el salmorejo con helado de manzana, las pochas de Sangüesa guisadas con verduras y el bocadillo de alcachofas en pan de cristal. (Calle de Valverde, 28).
8. Cupid Killer. Más que una tienda de ropa. Te pruebas, te tomas un café, escuchas un vinilo... Mavi y Fernando te seducen desde el minuto uno. Es una tienda que tiene alma porque allí no compras, te quedas. Tienen marca propia y marcas de diseño. (Calle de las Infantas, 16).
9. Alma Cheli. Es una taberna de comida casera, con excelentes tapas, con José Miguel Parra al mando. Me encantan el tomate relleno de burrata, con aceite y albahaca, el vermut de barril, las tartas. Está cerca de la bodega La Ardosa, que está en el número 70 de la misma calle. (Calle de Santa Engracia, 103).
10. Artium Café. Al salir de los cines Verdi o del Teatro del Canal es como ir al salón de casa, con sus paredes de ladrillo, suelo de madera, sofás. Allí comentamos la peli con cerveza, minihamburguesas, tartar de solomillo... O directamente vamos al gin tonic (yo, ron tostado). Además, organizan exposiciones. (Calle del General Álvarez de Castro, 11).
Textos para hormigas
Raquel Martos (Madrid, 1971) protagoniza la sección Personas físicas con Juan Gómez-Jurado en el programa de radio de Julia Otero en Onda Cero. Además, colabora en Likes de #0 de Movistar y, desde hace años, ejerce de guionista de El Hormiguero.
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