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Los tapices de la asociación Santa Rita pasan a manos del Arzobispado

La archidiócesis recibirá las obras este mismo martes por orden judicial

Uno de los tapices que pasarán a manos del Arzobispado.
Uno de los tapices que pasarán a manos del Arzobispado.Agustín Millán

El juzgado de primera instancia número 38 de Madrid ha ordenado la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo, que falló a favor del Arzobispado de Madrid en el pleito que sostenía contra la asociación Santa Rita de Casia por la propiedad de 23 tapices flamencos del siglo XVII. La asociación, que dispone de esos tapices porque los había donado en 1869 su propietaria, ha recibido una comunicación del juzgado en la que consta que los tapices -que actualmente están en la Real Fábrica de Tapices- deberán pasar a manos del arzobispado este mismo martes.

La asociación creó en 2001 una fundación destinada a "la explotación, gestión y administración de los 23 tapices" y se los alquiló a la Real Fábrica de Tapices en 2002, lo que llevó al Cardenal de la Archidiócesis de Madrid, Antonio María Rouco Varela, a disolver la asociación y reclamarle las obras. La agrupación se convirtió entonces en asociación civil y denunció, en boca de su presidenta, Rosa Barranco, que Rouco "los quiere como meros ornamentos para mayor gloria del Arzobispado".

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Fue esta asociación la que presentó ante el Tribunal Supremo el recurso que fue fallado en su contra, después de un proceso judicial que comenzó en 2002 y en el que la Asociación ganó dos veces en el juzgado civil para que más tarde la Audiencia de Madrid le diera la razón al Arzobispado. El Supremo, en una sentencia de febrero de 2016, confirmó aquel fallo de la Audiencia de Madrid y ha dictado que el Arzobispado estaba en posesión de un título válido para adquirir los tapices ante la decisión de extinguir la asociación citada. Los estatutos de la propia asociación ya preveían que los bienes que constituían su patrimonio pasaran a la propiedad de la Archidiócesis de Madrid en caso de disolverse la organización, recuerda el Supremo. 

El alto tribunal distingue en la sentencia entre dos asociaciones distintas, la primera, religiosa, erigida canónicamente en 1834, la que recibió la herencia de los tapices de manos de su propietaria; y otra segunda, civil, constituida en 2009, diferente de la anterior. Esta segunda, la Asociación Civil Santa Rita de Casia de Madrid 1834, y su fundación, no tienen derecho a los tapices, señalaba el Supremo. En consecuencia, el 22 de julio la asociación recibió la notificación de que, con fecha límite del 26 de agosto, debía entregar los tapices, una resolución que incumplió. Barranco ha lamentado la "excesiva premura" del juzgado para "robar el patrimonio de los madrileños".

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