Donde fluye la creatividad
Olmeda de las Fuentes, fundado en la Edad Media, sigue siendo un refugio para artistas
Cobijo para pintores, intelectuales y músicos, Olmeda de las Fuentes ofrece a todo el que lo visite un paraíso de tranquilidad e inspiración. Situado a 50 kilómetros de Madrid y a 24 de Alcalá de Henares, este pueblo, cuyos orígenes datados se remontan a la Edad Media, fue históricamente una de las 25 villas de Alcalá hasta su independencia en 1564. Año en el que nació su personaje más ilustre y también más desconocido, Pedro Páez Jaramillo, un misionero jesuita y primer europeo en alcanzar las fuentes del Nilo Azul en Etiopía.
La situación geográfica de Olmeda hace que la atmósfera que envuelve a los lugareños sea especial. Aunque la localidad cumple con el prototipo de una alcarria, ya que consta de un páramo, una ladera y un valle, las hileras de casas están construidas sobre la ladera y no en el valle como sería habitual. La madera, el color blanco y la piedra son los protagonistas de todas ellas, ya que en este pueblo se respeta la armonía arquitectónica. Un compromiso que han adquirido sus 338 habitantes para que nada desentone en este lugar y las puestas de sol sean unas de las más hermosas de la región.
Olmeda de las Fuentes le debe su nombre a estos manantiales de agua, aunque hasta 1953 era conocida por Olmeda de la Cebolla. El por aquel entonces alcalde, Ricardo González, se dirigió al ministro de la Gobernación para exponer el deseo de cambio para que fuese “un nombre más armonioso y que describiese una realidad”. Si se afina bien el oído se puede escuchar mientras se camina el rumor de las cinco fuentes que se distribuyen por la localidad, 10 si se cuentan las de todo el término. Un agradable murmullo que tiene su punto más emblemático al principio del pueblo. Allí, una fuente con un pequeño estanque al lado abre paso a un camino que supera a las ilustraciones de cualquier cuento infantil. A continuación se encuentran algunas de las huertas de la localidad, muchas custodiadas por el Ayuntamiento, que las alquila a los vecinos para que puedan plantar sus propios productos.
Para los interesados en disfrutar de este paraje, Olmeda también dispone de una agradable oferta gastronómica y de descanso. El restaurante El Portón o la Fuente del Gato, un hotel restaurante crudivegano, harán las delicias de los que busquen satisfacer su paladar con comida casera y toques de modernidad. Para descansar, los apartamentos rurales La Casa del Médico o la casa rural del Maestro son dos lugares idílicos en los que disfrutar de las privilegiadas vistas. Incluso, para los amantes del deporte, el pueblo dispone de unas instalaciones deportivas, especialmente dedicadas al pádel. Los más animados pueden acudir desde el 24 al 29 de agosto para disfrutar de sus fiestas patronales.
La localidad siempre ha estado ligada a la cultura, sobre todo desde el siglo XX. A partir de los años 60, con la llegada de un grupo de pintores encabezado por Álvaro Delgado, muchos artistas decidieron instalarse en Olmeda por las peculiaridades de este paraje. Entre otros, también se asentaron Luis García Ochoa, Alberto Moreno, Vela Zanetti, Francisco San José, Eugenio Fernández Granell y Secundino Rivera. Uno de las tareas imprescindibles para los curiosos es pasear buscando las placas conmemorativas que recuerdan los lugares de residencia de estos genios.
Savia nueva
En la actualidad, Olmeda sigue siendo el hogar de muchos virtuosos en distintas artes. Es el caso de Lucie Geffré una pintora de 39 años y nacionalidad francesa. Geffré reside en esta localidad con su marido y sus dos hijas. “No teníamos pensado mudarnos a un pueblo, vinimos de excursión y fue un flechazo. Al mes estábamos comprando una casa”, asegura. Sus cuadros, casi todos retratos, son de estilo expresionista. “Siempre intento que mis cuadros cuenten algo, además del hecho de representar a alguien. La última serie consiste en pintar a la gente en su cama”, explica.
Geffré, que todavía no se ha animado a pintar el pueblo, pero sí lo tiene en mente, no es la única artista que reside en Olmeda. A diez minutos de su casa, cerca de la parroquia de San Pedro, vive Demian Reolid, de 33 años, un lutier que crea auténticas maravillas musicales. Reolid, que heredó de su padre este arte lleva tres años dando rienda a su creatividad en el pueblo. “Es un pueblo maravilloso en el que vivir, hay buen clima entre todos y estás muy cerca de Madrid”, comenta. Entre otros artistas también residen en la localidad, el escritor Sergio Prieto, el guitarrista Josete Ordóñez y el pintor Roberto Terreros.
El primer europeo en el Nilo Azul
Pedro Páez Jaramillo fue un misionero jesuita que nació en Olmeda de las Fuentes en 1564. Con 24 años y después de haber recibido su formación religiosa, Páez viajó a la India, donde los jesuitas tenían una de sus principales casas. Después de este viaje nunca regresó a la península ibérica.
En 1589, viajó junto a su padre a Etiopía, donde vivió 19 años. Fue el primero en alcanzar las fuentes del Nilo Azul, en 1618. Sin embargo, su hazaña fue ignorada y se le atribuyó al escocés James Bruce, que llegó 152 años después. También fue el primer europeo que recorrió los territorios del sur del Yemen y el que escribió acerca del café.
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