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Arranca el babel sonoro de Sónar

El festival inaugura hoy su 23ª edición con su mezcla de hedonismo y tecnología

Los portugueses Buraka Som Sistema en la pasada edición del festival.
Los portugueses Buraka Som Sistema en la pasada edición del festival.

Ocho escenarios, tres días y dos noches de programación y mucha música entreverada con la electrónica. Es el programa que el Sónar 2016 ofrece desde hoy en sus emplazamientos diurno (Fira de Montjuïc) y nocturno (Polígono Pedrosa al que se accede en metro por vez primera) en una vigésimo tercera edición que fortalece el apartado del Sonar+D que se inaugura con una conferencia de Brian Eno titulada Why We Playy que desea ser de nuevo punto de encuentro entre industria, iniciativas empresariales, tecnología y artistas. Más que discutir sobre cómo será el devenir de la música y de su industria, el Sonar+D se propone definir ese futuro como si se tratara del departamento de I+D de cualquier empresa puntera.

Al margen de la cuantiosa actividad propuesta por el Sonar+D, las actuaciones vuelven a centrar el atractivo de cara al gran público del festival. Éstas ofrecen desde las actuaciones de pioneros de la electrónica como Jean Michel Jarre, quien presenta mundialmente el espectáculo que ha creado en torno a su última obra, The Time Machine, hasta los celebérrimos New Order, que esta vez comparecen en el festival con disco nuevo Music Complete pasando por el no menos popular Fatboy Slim, quien hará un doblete en el festival abriéndolo el jueves por la noche y repitiendo el sábado de madrugada. Otros grandes nombres son los de Richie Hawtin, un clásico del festival, o Laurent Garnier y Four Tet, quienes realizarán sendas sesiones de siete horas en el nuevo escenario SonarCar, desvinculado de la pista de autos de choque que se reubica en otro espacio y convertido en un club cerrado con sonido envolvente y paredes con cortinajes bermellones para evocar mejor aún una discoteca.

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Entre los espectáculos que destacan en el festival no cabe olvidar la puesta de largo del proyecto electrónico de Antony, quien reivindicando su condición femenina se ha rebautizado como Anohni y presenta en debut europeo Hopelessness, un disco que cuestiona la vigilancia a la que nos someten los gobiernos, el cambio climático, la pena de muerte y el uso militar de los drones. Para construir este disco se ha apoyado en talentos de la electrónica como productor escocés Hudson Mohawke y el músico estadounidense Oneohtrix Point Never, quien también presentará en el Sónar su collage desasosegante Garden Of Delete. La música clásica será servida por James Rhodes, pianista con una vida de rockero, mientras que la música satinada de James Blake, una de las figuras más descollantes de la electrónica que presentará su tercer disco The Colour In Anything, así como el rhythm and blues digital de Kelela marcarán alguno de los puntos más carnales del cartel, donde sellos como Raster-Noton serán representados por figuras de la electrónica como Alva Noto, otro asiduo del festival, quien también actuará junto a Ryoji Ikeda en el proyecto Cyclo. Eso sin olvidar al crooner John Grant, al padrino de la bass music Kode 9 o a los berlineses Booka Shade presentando nuevo show en el festival.

Otra de las líneas maestras del Sonar vuelve a ser el hip-hop en sus diversas formulaciones. La cuota inglesa está ampliamente representada por artistas de grime como Skepta, Stormzy o Lady Leshurr, pero hay figuras escandinavas de trap como Yung Lean, leyendas del hip hop británico como el clásico Roots Manuwa o figuras descollantes como el canadiense Kaytranada. Los sonidos no facturados en el primer mundo tiene África como continente mejor representado gracias a proyectos como Ata Kak o Mikael Seifu, mientras la latinidad descansa en el ecuatoriano Nicola Cruz, Las Hermanas, proyecto procedente de Bogotá y el chileno Matías Aguayo. No cabe perder de vista a Musa Musa, artista situado en la senda de James Blake y una amplia representación de la música nacional encabezada por el flamenco abiertamente ideológico de El Niño de Elche o las propuestas electrónicas como las de John Talabot, El Guincho o el incombustible Ángel Molina.

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