Oda a la belleza interior

Todo aquel que pasee por el Barrio de las Letras este fin de semana puede pensar que se ha colado en una muestra de Ikea diferente, particular y muy original: una pared plagada de exhuberantes lentejuelas doradas; una playa inesperada al pie del asfalto; sillas que sobrevuelan las aceras o piezas de arte en un baño. Estas son algunas de las propuestas de los 300 interioristas que participan en Casa Decor y en DecorAcción. Si la primera (hasta el 26 de junio en la Casa Palacio Atocha, 34) es un referente en interiorismo nacional e internacional con más de 50 ediciones que la avalan, la segunda (hasta el 14 de junio) se trata de una muestra cuasi espontánea de un grupo de comerciantes que adora su barrio con nombres de escritores del Siglo de Oro. Dos propuestas que, por unos días, convierten la ciudad en un museo de diseño interior.

“Con estas dos citas estamos viviendo de cerca lo que podríamos llamar la democratización del diseño de interiores” explica Erico Navazo, reconocido interiorista y que participa en los dos eventos. En Casa Decor ha creado una cromática estancia [atención a la maravillosa alfombra] que ha denominado Espacio Westwing: “Un cuarto de estar en tonos pastel donde se mezclan arte pop con geometría”, resume Navazo.

“Es falso que para decorar haga falta mucho dinero”, mantiene el creador, “todo el mundo puede acceder a lo que aparentemente está reservado a unos pocos. Vivimos en un mundo de imagen y las redes sociales ayudan mucho a empatizar con todos que lo que buscan algo más artesano, algo bello o solo ideas… y le dan un me gusta”. En Casa Decor se pueden encontrar todo tipo de propuestas. El espacio ocupado en esta edición —siguiendo la línea de las 50 anteriores, un edificio abandonado, olvidado o dado de lado por la ciudad y los ciudadanos— es la Casa Palacio de la calle Atocha: un inmueble de más de tres plantas (4.000 metros cuadrados) con dos patios y que se transforma en una especie de museo efímero invitando a la 130 interioristas a reconvertir sus 63 estancias.

“Hemos tenido que montar todo en dos días”, cuenta Lola Beneyto Lantero desde la cocina que ha ideado para Casa Decor. Entre el mármol típico de estas estancias aparecen plantas y tapices. “Una cocina que lucha contra la cultura del usar y tirar”, resume la artista, que trabaja en estrecha colaboración con su madre en sus creaciones y que en la pasada edición del evento se hizo con el galardón del público. “Esta feria se asemeja a un rodaje en el que se exige una oda a la belleza; se trata de crear un sueño y contar una historia en un interior”, matiza Beneyto.

Casa Decor también es una competición. “El interiorismo, el arte, el diseño y la arquitectura van de la mano en Casa Decor”, explica Covadonga Pendones, responsable de comunicación del evento “y, de hecho, así es como está compuesto el jurado”. Sus miembros: los interioristas Tomás Alía y Pascua Ortega; la arquitecta Izaskun Chinchilla; la reconocida galerista de arte Soledad Lorenzo; y los diseñadores Álvaro Catalán de Ocón y Óscar Mariné. Este último también ha intervenido una estancia con una instalación en la que mezcla arte urbano, textos y abstracción geométrica y gráfica. “Juego con la mitología del nacimiento del pop art, las minifaldas y los flequillos creando una estancia [llamada Flamingo] parecida a los pequeños locales donde la gente empezó a escuchar rhythm and blues”, cuenta Mariné, que también ha tenido que idear su espacio con premura.

“Todo se monta rápidamente, explotando la creatividad y una cierta improvisación. Seguramente, este evento no funcionaría igual en un país como Alemania. Los españoles tenemos una cultura de la improvisación que nos beneficia en estos casos”, apunta Pendones, que remarca que la actual edición de Casa Decor ha interesado a un 30% más de público. “Decorar con estilo y bajo presión es todo un arte”, añade.

De ahí que la presente edición haya querido vincular interiorismo con arte: en todas las estancias hay una pieza artística. Una de ellas, según se puede oír por los pasillos, una obra maestra con varias centurias a sus espaldas. Una ruta explica todas las obras que cuelgan en dormitorios, cocinas, baños o salones. Este año, donde Portugal es el país invitado (ojo a los azuejos y los bronces), también se presentan novedades en domótica como una hochbett (una cama en alto) cuya altura se puede regular —“una solución original para espacios pequeños”, apunta su creador— o una estancia donde absolutamente todos sus elementos, desde las sábanas de la cama hasta el suelo, han sido imprimidos por una impresora 3D.

“Se trata de una oportunidad para admirar la belleza en una ciudad cada vez más fea donde los edificios se protegen poco, porque, muchas veces, las Administraciones carecen de un discurso estético y arquitectónico”, resume Asier Rua, autor del libro Madrid Interior, publicado el año pasado y que opta al premio al mejor libro de fotografía autoeditado del certamen PhotoEspaña 2016.

Redecora tu calle

“La belleza se admira, no tiene corte político y no molesta”, opina Mariana Gyalui, dueña de LaVerónica (Moratín, 38), restaurante que, por segundo año consecutivo se involucra en DecorAcción: 121 locales del Barrio de las Letras que redecoran sus fachadas por un tiempo efímero.

La casa de comidas de Gyalui, donde habrá talleres y platos especiales, aspira a convertirse en punto de encuentro para los vecinos. En la pared exterior, revestida en negro, se recrea un sol de lentejuelas, obra de los artistas sevillanos Pedro Delgado e Israel Díaz. “Tenemos una ciudad con muchísimas paredes y fachadas feas que podrían ser intervenidas por artistas”, reivindica Gyalui. “En los lugares donde actúan grupos como los artistas Boamistura, por ejemplo, se cambia la fisonomía del barrio… Ojalá se pudiera exportar esta cita a otras zonas de Madrid y ojalá mi fachada se pudiera quedar como está: llena de arte”.

La directora de Nuevo Estilo, Marta Riopérez, organizadores de DecorAcción junto con la Asociación de Comerciantes del Barrio de las Letras, apuesta por defender lo propio y lo artesano, como forma de vida: “El que tiene que salir fuera de España y vuelve demuestra valentía y una tendencia a volver a la esencia”.

Entre las bellas fachadas, asoman mercadillos y tiendas pop up. “Reivindicamos una cultura hedonista y del disfrute de los espacios bellos de nuestras ciudades y barrios. La belleza nos hace más felices”, apunta Riopérez. Así lo ve María Gijón, creadora de la concept store dedicada a pequeños objetos de decoración Oui Oui, y con más de cien mil seguidores en Instagram: “La crisis ha hecho que la gente valore mucho más las cosas pequeñas y la diferenciación”.

Eventos como Casa Decor y DecorAcción pretenden ser una muestra abierta que acerque al público disciplinas como el interiorismo, el arte, el diseño y la arquitectura. Entre amabas iniciativas, este fin de semana se concentran en el Barrio de las Letras casi 300 propuestas creativas que desvelan la ciudad. Una oportunidad para buscar inspiración para redecorar tu vida o para conocer las entretelas de una ciudad que pelea para lucir más bonita. Solo durante unos días; la belleza también es efímera.