Gràcia convoca a las entidades para intentar resolver la crisis del Banco

El distrito de Gràcia ha convocado esta mañana a las entidades del barrio a una reunión en el espacio joven La Fontana para tratar de buscar una solución al conflicto que vive la zona tras el desalojo del Banco Expropiado. El concejal Eloi Badia, que apela constantemente al diálogo y a las entidades, no se ha reunido las grandes, como la Asociación de Vecinos, Gràcia on Vas? o Lluïsos de Gràcia, desde el jueves pasado, cuando fueron convocadas en pleno punto álgido de la crisis, tras tres noches de disturbios.

Además, el segundo teniente de alcalde de Empresa, Cultura e Innovación, Jaume Collboni, ha explicado que el Ayuntamiento destinará "un fondo de dinamización para apoyar a los comerciantes afectados por los incidentes". La concejal de Comercio, Montse Ballarín, ha precisado que serán 25.000 euros y que se destinarán a acciones como una campaña de dinamización del entorno. La creación del fondo responde a la demanda de la Confederación de Comercio, que la semana pasada escribió al Ayuntamiento pidiendo "medidas para ayudar a los vecinos y comercios que se hayan visto afectados en sus fachadas, cristales, escaparates y productos".

Ayer, Badia explicó que el Ayuntamiento se planteó una "compra colectiva" del local del banco por parte de las entidades, con el consistorio como avalador. La idea, de la que las entidades se enteraron por la prensa, fue descartada porque el propietario del local, Manuel Bravo Solano, pide 500.000 euros, un precio que el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau considera "desorbitado".

Por la tarde, la plataforma vecinal Gràcia on vas?, en la que está integrada la Asociación de Vecinos, se reunió y descartó dar un paso adelante y adoptar el papel de mediadador entre los okupas y el ayuntamiento. El presidente de Lluïsos de Gràcia, Oriol Horta, ofreció ayer por la noche en una entrevista telefónica sus instalaciones para que las partes se encuentren, pero no explícitamente ejercer de mediador.

Precisamente, esta mañana la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha insistido en que la solución al conflicto se tomará desde el máximo consenso, con la participación del tejido vecinal y comercial de Gràcia, y con los colectivos que han trabajado en el local expropiado, para que sus "actividades buenas se puedan mantener". Colau, que hace una semana que no llama a las entidades del barrio, ha señalado que el gobierno no descarta ninguna solución para el inmueble.