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Junqueras y la CUP chocan por la ausencia de nuevos tributos

La política fiscal planteada por el Gobierno no convence a los anticapitalistas

Oriol Junqueras conversa con Eulàlia Reguant (i) y Gabriela Serra (d) en el Parlament.
Oriol Junqueras conversa con Eulàlia Reguant (i) y Gabriela Serra (d) en el Parlament. ALBERT GARCIA

La CUP expuso hace dos semanas en una conferencia política sus reivindicaciones básicas para los Presupuestos que pasaban por crear nuevos tributos, un plan de choque social que revierta los recortes y desoír las decisiones del Tribunal Constitucional que ha suspendido o anulado figuras impositivas instauradas por la Generalitat. La política fiscal reclamada por la izquierda anticapitalista no figura en el proyecto presentado por Oriol Junqueras y se erige en el principal escollo para que ambas partes, que están negociando, sellen un pacto.

El vicepresidente de la Generalitat intenta con su proyecto de Presupuestos seducir a sus socios de la izquierda radical independentista con un plan social que contempla un presupuesto de más de 800 millones de euros respecto a lo gastado en 2015. La suma excede sobradamente a los 270 millones que, inicialmente, se habían barajado como cifra de salida. La CUP ha evitado realizar una evaluación oficial de las cuentas a la espera de hacer un análisis más detallado. Pero sus diputados han recalcado que las prioridades recogidas en su conferencia política no están contempladas en el proyecto de Junqueras.

La diputada Eulàlia Reguant lamentó ayer, en una entrevista en TV3, la ausencia de esas reivindicaciones. En el capítulo de política fiscal, la parlamentaria defendió hace dos semanas una mayor presión fiscal en el impuesto de la renta (IRPF) para las rentas más altas —y menor para las bajas, subrayó—, reclamó resituar el impuesto de Sucesiones y Donaciones a antes de la reforma a la baja de 2008, aplicada por el Tripartito, y crear un nuevo impuesto de patrimonio.

Las Cuentas fijan la reforma de la renta mínima

En pleno debate sobre la Iniciativa Legislativa Popular de la Renta Garantizada, la Generalitat ha mostrado sus cartas sobre los cambios en la Renta Mínima de Inserción (RMI). El anteproyecto de los Presupuestos incluye una partida de 70 millones de euros, que también estaban contemplados en el plan de choque. Además cuenta con una previsión de 5.830 nuevos beneficiarios en seis meses. Ahora la ayuda alcanza a unos 29.000.

Fuentes del Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales explicaron que esta cifra equivale a la mitad de personas que podrían entrar al sistema si se reestablecieran las condiciones que recortó el Gobierno de Artur Mas en 2011. También se valorará recuperar la ayuda de emergencia, que cubría carencias materiales concretas y que está prevista en la ley de 1997 pero que acabó suspendida. “Sería una ayuda inicial de urgencia de adelanto de la prestación”, aseguran las fuentes consultadas.

El plan de choque incluido en los Presupuestos supera el ámbito de lo que en su día se acordó con la CUP. Se incluyen, por ejemplo, tres millones de euros para incrementar las plazas y servicios de atención para drogodependientes y personas con VIH en riesgo de exlusión social. Ese dinero, curiosamente, se contabiliza dentro de la partida referida a atención a la dependencia.

No solo eso: la CUP también reivindica aplicar ya la resolución de declaración de inicio del proceso de independencia que consagraba que la mayoría secesionista se mostraba dispuesta a desoír las sentencias del Tribunal Constitucional que, de momento, han anulado el impuesto sobre los depósitos bancarios (Junqueras tuvo que devolver a los bancos 2,4 millones) y el de nucleares y suspendido el de los pisos vacíos.

Reguant señaló que el proyecto de Economía “no es claramente de ruptura” e insistió que no lo respaldarán si concluyen que es de cariz autonómico. “Si decididamente esta legislatura es por la ruptura, los Presupuestos lo tienen que ser. Si no lo son, la CUP no está aquí para jugar esta partida”, afirmó, subrayando que, en su opinión, el principal problema es que la coalición de Gobierno ha olvidado el contenido de la declaración de ruptura. Los anticapitalistas empezarán a estudiar el proyecto el sábado. El próximo miércoles expira el plazo para presentar enmiendas a la totalidad, que serán debatidas en un pleno el próximo 8 de junio. Entonces se conocerá si la CUP cede dos de sus diputados al Gobierno para que supere el trámite o si bien le da la espalda y pone en apuros la continuidad del Gobierno de Junts pel Sí.

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Con todo, la diputada señaló que la legislatura no está en peligro aunque no lleguen a un acuerdo. “No es lo óptimo pero eso no impide trabajar”, afirmó insistiendo en que están abiertos a la negociación que, de momento, no parece hipotecada por la enmienda aprobada por la asamblea de la CUP en Esparraguera en la que se aprobó “librarse” de la atadura de Junts pel Sí.

El Departamento de Economía pilotado por el vicepresidente tiene alternativas para intentar aproximarse a la CUP. El martes Junqueras dijo que en los próximos días empezará a explicar el informe que ha elaborado para avalar la posibilidad de reformar el IRPF con efectos desde 2019. La medida, ha señalado en alguna ocasión, puede llegar a ser neutral para la partida presupuestaria de ingresos, aunque la subida de la presión fiscal a los contribuyentes con más ingresos desagrada a Convergència.

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