Un vecino de Nuevo Baztán, hallado muerto con golpes en la cabeza
La Guardia Civil está investigando el caso por si se tratara de un homicidio
Un vecino de la urbanización Eurovillas (Nuevo Baztán), Luis L. H., de 60 años, fue hallado muerto a golpes en su domicilio el pasado miércoles. La víctima, que presentaba golpes en la cara y en la cabeza, falleció de un parada cardiorrespiratoria. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil están investigando el caso como si se tratara de un homicidio, según ha confirmado una portavoz de la Comandancia de Madrid del instituto armado.
Alrededor de las dos de la tarde, un amigo muy cercano de Luis L. H. acudió a su chalé en Eurovillas. Le extrañó que nadie le abriera la puerta, pese a que había insistido varias veces llamando al timbre y había quedado a esa hora con él. Al no obtener respuesta, el amigo pidió ayuda a la exmujer del fallecido, que vive en las proximidades. Como esta tiene llave, abrieron la vivienda y encontraron al propietario tirado en el suelo, ya sin vida.
Los investigadores comprobaron que el cuerpo del fallecido presentaba signos de violencia en la cabeza, pero no así en el resto del cuerpo. La víctima se rompió algún diente, que fue hallado cerca del cuerpo. Además, la vivienda no estaba revuelta ni faltaba ningún objeto de valor del fallecido. A todo ello se sumaba que ni la puerta ni las ventanas habían sido forzadas.
El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, en la Ciudad Universitaria, donde se le practicó el jueves la autopsia. El forense del Juzgado de Instrucción de Arganda que lleva el caso determinó que Luis L. H. había fallecido por una parada cardiorrespiratoria, pero pidió una prueba específica del corazón para determinar si hubo alguna causa externa (golpe o sustancia paralizante) que provocara la muerte. Los resultados de este análisis, que en un principio iba a ser rápido, se han retrasado varios días. Como las autopsias judiciales deben hacerla dos médicos especialistas, estuvo acompañado durante el examen por otro forense de la capital. Este determinó inicialmente que la muerte fue de etiología (naturaleza) violenta. Por tanto, se trataba de un homicidio.
Los agentes de Policía Judicial han empezado a interrogar a los vecinos y allegados del fallecido. Este estaba jubilado desde hacía un tiempo. Su cuerpo fue velado en el tanatorio de la M-30 y enterrado el pasado viernes en el cementerio de la Almudena.
La Guardia Civil mantiene prudencia sobre lo ocurrido ya que, según informaciones médicas, el fallecido padecía epilepsia. Por eso, no descartan que pudiera sufrir algún ataque y que se golpeara en la cara y en la cabeza durante las convulsiones. De ahí, que la casa no estuviera revuelta ni faltara nada de valor.
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