La propuesta de Constitución prevé la elección directa del presidente catalán

La propuesta de Constitución para una virtual Cataluña independiente realizada por el colectivo de juristas Constituïm, entre los que se encuentra el exjuez Santiago Vidal, ya está en manos de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Este mediodía ha recibido a una delegación de la entidad, que le ha hecho llegar una copia de su proyecto. Forcadell trasladará la propuesta a la Comisión de Estudio del Proceso Constituyente, mientras que la plataforma se pondrá en contacto con el conjunto de los grupos parlamentarios para entregarles su borrador.

El texto, que nace del trabajo del colectivo y de miles sugerencias "de la ciudadanía", según ha explicado su portavoz Jordi Domingo, propone un sistema presidencialista en que los votantes escogerían directamente el presidente de la República para evitar "la precariedad" para escogerlo, aboga por una democracia más participativa, por una Cataluña sin ejército y por la primacía del catalán.

Sobre la figura del presidente, el documento señala que cada mandato será de cinco años y que el presidente sólo podrá repetir una vez. Mientras el jefe de la República se escogería en circunscripción única, los diputados serían elegidos por comarcas, convertidas en circunscripciones, que podrían tener derecho a un diputado por cada 75.000 habitantes. Teniendo en cuenta la población actual, la cámara tendría 130 miembros.

Respecto a la profundización de la democracia participativa, el texto recoge la posibilidad de celebrar referéndos de iniciativa ciudadana de proposición, de revocación y de resolución de conflictos mutuos entre diferentes administraciones.

"El catalán es la lengua nacional y oficial de Cataluña. Todos los catalanes lo tienen que conocer y tienen el derecho a usarla. Las instituciones públicas tienen que preservar la vitalidad y promover, proteger y desarrollar el uso en todos los ámbitos y sectores", dice el artículo 3.1 del texto, que en el punto siguiente señala que "el castellano tendrá "un estatus jurídico especial, como patrimonio cultural y de cohesión que hay que respetar, garantizar y proteger".

En vez del ejército, el documento opta para crear una Agencia Nacional de Seguridad y Defensa y por un Instituto Internacional de Paz y Tregua de Cataluña, con el objetivo de estudiar, desarrollar y aplicar "métodos no violentos de intervención y de resolución de conflictos armados".

La organización territorial se conformaría a partir de municipios -Barcelona tendría un régimen especial-, comarcas, vegueries y mancomunidades. Entre los puntos que se incluyen en la propuesta de Constitución se incluye la posibilidad de que los ciudadanos puedan ser indemnizados "por el funcionamiento deficiente de la Administración de justicia". Se aboga por cuatro sindicaturas (agravios, cuentas, ecología y electoral) coordinada por una Junta de Síndics y por la creación del Consejo de Garantías Constitucionales.