Munté niega que el Gobierno catalán vaya a subir el IRPF

El Gobierno catalán no implantará ningún aumento en el impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF) aunque su vicepresidente económico, el republicano Oriol Junqueras, señaló el pasado jueves en una entrevista que lo estudiarían todo y no descartarían nada. La consejera de Presidencia, Neus Munté, designada por Convergència Democràtica (CDC), puntualizó ayer que “no hay ninguna iniciativa para incrementar el IRPF”, con lo que intentó cerrar el revuelo generado por Junqueras, que respondía a una pregunta sobre un hipotético aumento impositivo a las rentas más altas.

La subida de la fiscalidad no consta en el programa electoral de Junts pel Sí y en realidad choca de frente con el ideario convergente, partidario de rebajar la presión fiscal en las rentas del trabajo. Fuentes del Departamento de Economía señalaron que, pese a que se analizan diferentes escenarios, la modificación no consta ni en los borradores de la Ley de Presupuestos ni en la de Medidas Financieras, también denominada de Acompañamiento, que ya se ha remitido al Consejo de Trabajo y Social de Cataluña para que la analice y elabore un dictamen.

Munté admitió que el Ejecutivo está buscando fórmulas para incrementar sus ingresos, pero se refirió a nuevas vías impositivas de corte medioambiental. Según avanzó La Vanguardia, la Ley de Acompañamiento incluye tres nuevas tasas para gravar el acceso a las infraestructuras de saneamiento de aguas en alta, la tramitación de la autorización de las emisiones y la posterior notificación. Economía calcula que un a vez activadas esos nuevos gravámenes la Generalitat podría ingresar 2,2 millones de euros más al año.

Pero la modificación del IRPF es más complejo por las diferentes posiciones de los partidos que integran el Gobierno. Mientras que Convergència es partidario de rebajar la presión fiscal, Esquerra podría defender ante sus bases un endurecimiento de la tributación para las rentas más altas. Sobre todo si utilizan el informe del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), que considera que los asalariados catalanes con unos ingresos anuales de entre 16.000 y 30.000 euros son los que más tributan de España. En cambio, los contribuyentes con altos ingresos, más de 110.000 euros al año, pagan menos en Cataluña que en otras diez comunidades autónomas. Sucede algo similar con quienes perciben más de 300.000 euros de salario, aunque en ese caso solo seis comunidades gravan más a esa franja de ingresos.

Si hiciera una propuesta concreta, el Gobierno de Junts pel Sí podría contar con el apoyo de la CUP. Junqueras admitió que escuchan propuestas.