El preso fugado de Fontcalent busca a su víctima
La juez ordena a las fuerzas de seguridad una vigilancia permanente al elevar a “extremo” el riesgo que representa el evadido, que la policía había calificado de “alto”
Dos semanas después de evadirse de la prisión alicantina de Fontcalent, Mohamed Behril fue visto merodeando y preguntando por la zona donde se encuentra la casa de acogida de Murcia que anteriormente albergó a su exmujer y sus dos hijos, que ya no residen allí al haber sido trasladados a otro centro de emergencia. Está decretada la búsqueda y captura de Behril y las fuerzas de seguridad están alertadas pero el preso continúa fugado.
El juzgado de lo Penal número 4 de Alicante ha remitido un oficio a la Dirección General de Policía y a la Guardia Civil ordenando que proteja a la víctima en el centro en que se encuentra acogida”.
La alerta fue activada por el Equipo de Atención en Recurso de Acogida para Víctimas de Violencia de Género del Ayuntamiento de Murcia, que hace tres días remitió un escrito al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Alicante denunciando lo sucedido.
Los especialistas señalan que, según su valoración profesional, la situación es de “riesgo extremo”, en contra del criterio hasta entonces de la Policía Nacional, que la consideraba de “riesgo alto”. La diferencia es determinante,porque sólo en caso de riesgo extremo la vigilancia policial es permanente hasta que las circunstancias del agresor dejen de ser una amenaza inminente.
La juez ha dado por buena la argumentación de los técnicos de Murcia “a la vista de que el penado no solo ha huido del centro penitenciar en el que se encontraba en situación de prisión preventiva, sino que se ha personado en la casa de acogida de la víctima, quebrantando así el aislamiento en vigor por lo que declara que la situación "es de riesgo extremo” y el mismo día en que recibió el aviso, el 18 de abril, cursó el oficio para que todas las fuerzas de seguridad implicadas tomen medidas.
Mohamed Behril, ciudadano marroquí de 31 años, huyó el pasado 30 de marzo de la prisión alicantina de Fontcalent, el mismo día que el juzgado le notificaba una condena de cuatro años y medio por dos delitos de maltrato familiar y uno de maltrato habitual cometidos sobre su exmujer, una alicantina de 27 años, con la que comparte la paternidad de dos hijos de 4 y 5 años. El evadido estaba en prisión provisional desde enero, precisamente por haber vulnerado reiteradamente la orden de alejamiento cautelar dictada por el juzgado cuando se produjeron los hechos por los que fue condenado.
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