El nuevo plan de Gobierno solo interesa al PSC

Carles Puigdemont celebró ayer sus cien días de Gobierno con un plan para su Ejecutivo que presentó en una larga exposición, tanto como sus objetivos: 45 leyes y 750 medidas concretas. Un día después de revelarlo, el plan del Gobierno ha pasado prácticamente desapercibido para la oposición en la sesión de control del presidente de la Generalitat. Los grupos, que en su habitual comparecencia de los martes ya criticaron el documento, han preferido otras cuestiones. Solo el PSC se ha interesado por su viabilidad.

El líder socialista, Miquel Iceta, ha apuntado a una de las dudas que genera el proyecto de Puigdemont: su capacidad para llevarlo a cabo en una legislatura a la que, si el Gobierno cumple su promesa de tener un mandato corto, le quedan 15 meses para aprobar todas las normas. "Se propone hacer lo que Artur Mas hizo en tres años", ha apuntado Iceta. Puigdemont le ha respondido rotundamente, y ha abierto de nuevo la puerta a alargar la legislatura: habrá tiempo, ha dicho, porque los 15 meses "no serán una cárcel".

Otra de las debilidades que, según Iceta, tiene el proyecto de Puigdemont es su capacidad para resistir a las divergencias dentro del Ejecutivo, entre CDC y ERC, y de la coalición de ambos con la CUP. "Han pasado cien días y no hay fechas para los Presupuestos, discrepancias en el Gobierno, y le faltan apoyos parlamentarios", ha disparado Iceta. Puigdemont ha respondido reafirmando una vez más la viabilidad de su plan, que ha descrito como "un monumento al realismo".

Iceta y Puigdemont se han emplazado a colaborar para llevar a cabo políticas concretas del proyecto de Gobierno. Pero las condiciones hacen prever dificultades para cualquier acuerdo: el socialista ha prometido al presidente colaboración "siempre que no ponga por delante su hoja de ruta independentista". Puigdemont le ha pedido, en cambio, que no use el proyecto independentista "como excusa o cortina de humo" para no apoyar algunas de las políticas de su Ejecutivo.