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La Sinfónica de Galicia regresa a Madrid tres años después

Actúa esta tarde en el Auditorio Nacional dirigida por Dima Slobodeniouk y acompañando al pianista Yefim Bronfman

La Orquesta Sinfónica de Galicia -dirigida por Dima Slobodeniouk (Moscú, 1975) y acompañando al pianista Yefim Bronfman (Tashkent, República Soviética de Uzbekistán)- viaja este miércoles a Madrid. Allí actuará a las 19.30 horas en el Auditorio Nacional, dentro del ciclo de Juventudes Musicales. El programa, que repetirá en sus abonos de viernes y sábado en el Palacio de la Ópera de A Coruña, estará compuesto por En saga, de Jan Sibelius, el Concierto para piano nº 2 de Ludwig van Beethoven y la Sinfonía nº 6, “Patética”, de Píotr Ílich Chaikovski.

El concierto del miércoles en el Auditorio Nacional es el vigésimo octavo de la OSG en Madrid -desde el que supuso la reinauguración del Teatro Real como sala de conciertos en noviembre de 1994- y el primero que la orquesta gallega celebra en Madrid desde 2013. Este último sirvió como homenaje al recientemente fallecido Pierre Boulez, con ocasión de la entrega al músico francés del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento.

También será el primero que la Orquesta Sinfónica de Galicia celebre en Madrid a las órdenes de Dima Slobodeniouk. Su formación inicial en Rusia y la finalización de sus estudios en el eficiente sistema de enseñanza musical finlandés le han proporcionado unas especiales características técnicas y musicales. Director titular de la Sinfónica desde 2013, en marzo de 2015 renovó su contrato por tres años y en agosto de 2015 fue elegido como director titular de la Lahti Symphony Orquesta. En esa ciudad finlandesa, será el director artístico del Festival Sibelius a partir de la temporada 2016/17.

Por su parte, Yefim Bronfman emigró a Israel en 1983 y desde 1988 es ciudadano estadounidense. Hizo su debut internacional en 1975 con la Orquesta sinfónica de Montreal, de la mano de Zubin Mehta y cuenta con numerosos premios internacionales. Entre ellos destacan el Avery Fisher Prize en 1991; el Grammy que obtuvo en 1997 por su grabación de los tres conciertos para piano y orquesta de Béla Bartók y el Jean Gimbel Lane Prize de la Northwestern University en 2010.

El programa tiene el gran atractivo de un doble equilibrio. Por una parte, el que hay entre los orígenes musicales del titular de la OSG y el gran hito común del gran sinfonismo europeo que supone la música de Beethoven. Y por otra, el de dos obras iniciáticas y una obra final. El Concierto para piano nº 2 fue el primero escrito para el instrumento por Beethoven y En saga fue la segunda obra de Sibelius en su camino por la fundación de una música nacional finlandesa.

En contraste, la Patética es una paradigmática muestra del estilo tardío del ruso, lleno de referencias fúnebres, y fue la última de sus obras dirigida por Chaikovski. Sus características musicales y la cercaníaa su estreno del fallecimiento de su creador, justo nueve días después de la primera ejecución de la obra, hicieron que el sentido de la obra y las circunstancias que rodearon la muerte de su autor fueran objeto de especulaciones desde entonces hasta nuestros días.

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