Dimite el ‘número tres’ de Podemos Madrid por la “parálisis” del partido
El secretario de Organización, Emilio Delgado, carga contra el líder en la comunidad, Luis Alegre
El secretario de Organización de Podemos en la Comunidad de Madrid, Emilio Delgado Orgaz, ha anunciado este lunes su dimisión de los órganos de dirección del partido por discrepancias con el líder de la formación en la comunidad, Luis Alegre, del que dice está "desaparecido", lo que ha derivado en la "parálisis" de la organización. El dirigente de Podemos, que es diputado en la Asamblea de Madrid, ha comunicado su decisión en una carta abierta en su blog. No abandona la formación ni sus responsabilidades como parlamentario regional. Alegre es hombre de la máxima confianza de Pablo Iglesias y cofundador de Podemos.
El número tres de Podemos en Madrid explica en su comunicado que abandona porque le es "imposible" realizar su trabajo por la actuación del líder madrileño. "La ausencia de dirección política del órgano autonómico es paralizante y, sinceramente, no la merece ni nuestra organización en Madrid, ni todas las personas que apoyaron Podemos con su participación o con su voto", escribe. Su renuncia está motivada, relata, porque el máximo responsable de la dirección del partido en Madrid, el secretario general, "desapareciese de la vida de nuestra organización política (...) no estuviese a la altura del nivel de exigencia de la última campaña electoral a las elecciones generales, ausentándose prácticamente durante toda la misma, haya sido incapaz de trabajar una hoja de ruta estratégica para aterrizar la línea política a la realidad de nuestra Comunidad y sus municipios".
Todo ello ha propiciado, además, "descoordinación y desconfianza con el grupo parlamentario" de la Asamblea de Madrid, explica. Y añade sobre Luis Alegre, que además es secretario de Participación en Podemos: "Es la antítesis de lo que debe ser un dirigente político a la altura que las circunstancias reclaman".
El dirigente madrileño de Podemos subraya que deja la dirección del partido porque la situación le parece "completamente irreformable en los órganos de Madrid". "Soy incapaz de seguir formando parte de una dirección política que, a mi modo de ver, pone en riesgo por su inacción y las dinámicas perniciosas, que ha permitido instalar, una herramienta levantada a pulso con la ilusión, el esfuerzo y la contribución económica de la gente", añade. "Quiero manifestar mi indignación a quienes por vanidad, por torpeza o ignorancia preparan la enésima desilusión de todos y todas", concluye.
La dirección nacional del partido respeta la decisión "legítima" del dirigente territorial, pero lamenta las "formas no adecuadas" de comunicarla y el mal momento elegido. "Con la situación que tenemos en el país, es una irresponsabilidad por su parte; ha buscado su minuto de gloria", aseguran fuentes de la cúpula. El partido baraja pedirle al secretario de Organización madrileño su acta de diputado regional. En la formación destacan lo "desleal" de hacer pública su dimisión, y la atribuyen a un "desencuentro personal con el secretario general y con el político". Este último, Miguel Vila, es también diputado de Podemos en el Congreso. La crítica de "parálisis", inciden, "no responde a la realidad", y no se contempla que Luis Alegre sea sustituido al frente del liderazgo del partido en Madrid.
La crisis destapada por el secretario de Organización en Madrid se une a la que afronta Podemos en otras cinco comunidades. Las fracturas internas y las pugnas por el poder territorial han forzado a la cúpula a renovar las direcciones en el País Vasco, en La Rioja, en Galicia y en Cantabria. El partido de Pablo Iglesias culminó el pasado fin de semana el proceso de primarias en el País Vasco y en La Rioja tras meses de desgobierno y constantes choques de los críticos con la dirección nacional. A las crisis en estos territorios se suma el descontrol en Cataluña, con la renovación pendiente de Podem en esa comunidad, donde la formación carece de liderazgo desde la dimisión de Gemma Ubasart el pasado octubre.
En Euskadi, el problema estalló antes de las elecciones generales por el método de confección de listas impuesto por el núcleo duro de la formación. En Cantabria y en Galicia Podemos está descabezado y dos gestoras gobiernan el partido. Las discrepancias nunca han sido un secreto tampoco en esta última comunidad, que como el País Vasco afronta comicios autonómicos en 2016. Tras las elecciones del 20-D, estalló un conflicto entre el dirigente territorial de Podemos, Breogán Riobóo, y la dirección nacional, lo que provocó una cascada de dimisiones en la ejecutiva gallega. Riobóo se negó a dimitir y fue desautorizado públicamente por Iglesias. Este lunes, el todavía secretario general en Galicia ha cargado de nuevo contra la dirección nacional y ha anunciado su intención de volver a presentarse a las primarias del partido. En una carta hecha pública a través de su cuenta de Facebook, Riobóo recuerda que fue elegido líder regional en febrero del pasado año por un periodo de tres años, “que pretende ser interrumpido con maniobras tramadas al margen de los estatutos y principios de la organización dirigidas a que en Galicia perdamos nuestra capacidad de decisión”.
El escenario catalán es más complejo para Pablo Iglesias, puesto que a finales de enero Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y principal impulsora de la marca En Comú Podem, anunció la creación de un partido al margen de la estructura de Podemos. Aunque el diputado autonómico de Catalunya Sí que es Pot y cara visible de Podem Albano Dante Fachín desafió a la dirección rechazando la hipótesis de una lista unitaria apadrinada por Iglesias, este está decidido a aplazar la convocatoria de primarias hasta el próximo mes de junio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.