El Café Berlín se despide con una intensa programación

 Como también suele pasar en verano, el jazz del mejor sostiene la cartelera musical de Madrid, que se consagra por dos días como posesa a la electrónica de las macrofiestas de despedida del viejo año y recibimiento del nuevo. El Café Berlín es hasta el domingo su epicentro, y sirve como despedida a este viejo local, que va a desaparecer engullido por un hotel que se construirá en su lugar.

Y quiere marcharse a lo grande el Berlín con una fiesta de Nochevieja en la madrugada del primer día del año, pero también con una tanda de conciertos que finalizan el domingo con el gran Jerry González, el trompetista y percusionista neoyorquino de origen portorriqueño, uno de los máximos exponentes de latin jazz. Antes, la noche del viernes, también hay jazz mezclado con sones caribeños de la mano de Calle Mora, y el sábado programa doble con la big band de Bob Sands, y después más latin jazz y clásicos del género con Old Friends.

El saxofonista pucelano José Luis Gutiérrez inicia el viernes una tanda de conciertos que le tendrá en el Central hasta el domingo de la semana que viene, 10 de enero. Le acompañará el pianista Marco Niemietz y Lar Legido a la batería en ese proyecto en común que han bautizado como Iberjazz Trío.

El pianista argentino afincado en Madrid, Federico Lechner, lleva una temporada recorriendo distintos centros culturales y teatros de la comunidad solo con su piano, pero al tiempo proyectando clásicos del cine mudo protagonizado por Charlot. Este sábado lo acerca hasta Miraflores de la Sierra, donde improvisará con su piano sobre las imágenes de dos cortos del genial Charlie Chaplin, Easy Street (La calle de la paz) y The Adventurer (El aventurero). Un precioso espectáculo para toda la familia.

La apuesta más curiosa es la del polaco Janusz Prusinowski, un músico que con su grupo, Kompania, ha puesto al día la mazurka y la polka en toda Europa, géneros al alza desde que se consagró el bal folk como concepto aglutinador de muchas de las danzas populares del viejo continente. Antes de su actuación, Janusz ofrecerá un taller para enseñar las claves principales para abordar con solvencia esas danzas tradicionales, tan en boga ahora.

Pero también cabe la diversión a través del punk y el rock gamberro. Mama Ladilla protagonizará la fiesta de fin de año en el Gruta 77, todo un alivio si se quiere escapar de las celebraciones mastodónticas del baile frenético al influjo de la música electrónica.