Plataformas pro infancia piden ampliar las becas comedor

El texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño se firmó el 20 de noviembre de 1989 y desde entonces esa fecha es el día internacional de la infancia. Es por ello que ayer varias entidades que trabajan por la niñez aprovecharon para plantear una vez más sus reivindicaciones. La plataforma Derechos Infantiles en el Ámbito Educativo (DIAE), por ejemplo, convocó a un día de ayuno en la sede de la FAVB para reivindicar la necesidad de más becas comedor.

Los promotores de la iniciativa, entre los que está la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Familia (FAPAC) y los sindicatos, calculan que hay más de 240.000 menores que no la reciben a pesar de necesitarla. La Generalitat planea otorgar 80.000 ayudas este curso.

Las entidades critican que la política de becas comedor del Gobierno en funciones no llega a cubrir las necesidades de los más de 300.000 menores de 16 años que viven bajo el umbral de la pobreza. Aunque el departamento de Enseñanza ha hecho un esfuerzo para ampliar la cobertura, los promotores creen que se puede ir más allá.

“Comer sano y de forma suficiente es parte del derecho a la educación y como tal tendría que ser gratuito”, dice el manifiesto que se leyó ayer, en el que también solicitan revisar los criterios que consideran “draconianos”.

Jugar en la calle

Las entidades que se dedican al ocio también aprovecharon el día de ayer para remarcar su papel fundamental en la educación de los menores. Un total de 37 esplais y 20 escuelas, lideradas por la Fundació Catalana de l’Esplai (Fundesplai), cortaron tramos de calles en varias poblaciones de Cataluña para reivindicar su derecho al ocio infantil.

La mayor manifestación en Barcelona fue en la plaza de Glòries. Desde Fundespla[TEX]i recordaron que el acceso a actividades de ocio es uno de los ámbitos donde hay más desigualdad en situaciones de pobreza, según el Síndic de Greuges.

La Fundación Pere Tarrès, por su parte, aprovechó la jornada para presentar la campaña el patio más grande, con la que espera recaudar unos 55.000 euros. La entidad pide que, en un gran mapa de Cataluña, se geolocalicen recuerdos agradables de la infancia. La plaza anual en un centro socioeducativo cuesta unos 2.000 euros