El monumento del 11-M se desplomó por la rotura de un cable de acero

El monumento dedicado a las víctimas del 11-M en la estación de Atocha se desplomó, según las conclusiones de un informe municipal al que ha tenido acceso EL PAÍS, por una rotura en uno de sus cables de acero. La instalación, cuya construcción costó 6,6 millones en 2007, “presenta deficiencias en el sostenimiento de la membrana estructural”. El Ayuntamiento, responsable de su conservación, aclara que tras la reparación está prevista su reapertura en diciembre. El Consistorio estudia ahora un nuevo proyecto para que la estructura se sostenga sin aire comprimido, tal y como fue diseñada.

Las primeras medidas que se llevarán a cabo consistirán en “acometer unas reparaciones de urgencia para mantener la estructura estable”. La alcaldesa, Manuela Carmena, de Ahora Madrid, avanzó el martes que se hará en el menor tiempo posible.

El monumento consiste en un cilindro de 11 metros de altura en cuyo interior se extiende un forro plástico con inscripciones en memoria de los fallecidos, que se sostiene mediante un sistema de aire a presión. Si el compresor que lo mantiene erguido o uno de los cables de acero que lo sujetan falla, la estructura se desploma, tal y como avanzó el lunes este periódico.

El nuevo proyecto, en el que el Ayuntamiento tiene prevista una inversión de 220.000 euros, prevé construir una nueva estructura que permita “sostener la membrana [el forro plástico interior] de forma autoportante [que se sostenga por sí sola] y prescindir así del sistema de climatización [el aire a presión] que actualmente sujeta la membrana”. Cada año, insuflar presión al cilindro tiene un coste de 20.800 euros en electricidad.

La gestión de la instalación está regulada a través de un convenio firmado el 13 de diciembre de 2007. El documento establece que el 50% del mantenimiento será sufragado por el Ayuntamiento, un 25% quedará a cargo de Renfe-Operadora y el 25% restante lo pagará Adif (gestora pública de las infraestructuras férreas).

El convenio indica, asimismo, que las competencias de gestión, conservación y mantenimiento se llevarán a cabo de forma conjunta por el Ayuntamiento y Renfe. Aclara, no obstante, que el Consistorio tiene la responsabilidad del mantenimiento de la parte exterior y de “las instalaciones específicas del monumento (puerta de acceso, membrana, etcétera)”; Renfe, por su parte, tiene que ocuparse de la limpieza y de la manutención de la estructura relativa a la “reposición de luminarias, cableado, sistemas de climatización de la sala [...]”.

El reparto de los gastos para la gestión del monumento no ha sido siempre fácil. El exdirector de Patrimonio Cultural José Francisco García señaló el pasado 13 de febrero en una comisión municipal que el Ayuntamiento aún tenía que abonar a Renfe las facturas correspondientes a 2008, 2010, 2011, 2012 y 2013, por un total de 191.205 euros. Renfe-Operadora y Adif, por su parte, tenían que pagar 33.219 euros cada una “por los gastos de limpieza exterior y consumo energético”.

García explicó también que la comisión de seguimiento para mantener la estructura, que según el convenio tenía que haberse constituido en 2007 [con el PP en el gobierno municipal y el PSOE en el central], no se creó hasta febrero de 2013. Todo ello, insistía, “no ha significado en ningún caso ninguna merma ni en la conservación ni en el mantenimiento” de la instalación. Para el Grupo Municipal Socialista estos hechos solo demuestran la “dejadez y desidia que han caracterizado la actuación del PP a la hora de honrar la memoria de las víctimas del 11 de marzo”.

“El Ayuntamiento siempre se ha despreocupado de sus obligaciones para el mantenimiento del monumento a los 193 fallecidos, negándole a este símbolo de nuestra ciudad la dignidad y el decoro exigibles. Las familias y amigos de estas víctimas no se merecen esta nueva afrenta, perpetrada por la nula voluntad del PP en mantener dignamente el monumento”, señaló este martes Purificación Causapié, líder del Grupo Municipal Socialista.

Por su parte, el portavoz del Gobierno regional, Ángel Garrido, del PP, insistió en que “la competencia es del Ayuntamiento, pero entendemos que los monumentos deben ser tratados con la dignidad que requieren y deben estar en perfecto estado