Colau no subirá los impuestos al coche pese a su promesa electoral
Las entidades que defienden el transporte público confiaban que el nuevo gobierno recuperaría el euro semanal del área verde que retiró Trias
El plan de choque para los primeros meses de mandato de Barcelona en Comú, la candidatura liderada por Ada Colau que arrebató la alcaldía a Xavier Trias, prometía “recuperar la fiscalidad ecológica sobre el uso del coche privado” que el anterior alcalde “eliminó al comienzo de su mandato”. Pero las ordenanzas fiscales que presentó el miércoles el número dos de Colau, Gerardo Pisarello, en plena semana de la movilidad sostenible, no contemplan ni subir el coste de aparcar en zona azul ni recuperar el pago del área verde para los residentes sin multas pendientes, un impuesto que Trias eliminó en 2011.
Cuando Trias perdonó el área verde a los residentes sin multas pendientes, las entidades en favor del transporte público criticaron el cambio y también los partidos de izquierda, incluido ICV-EUiA, ahora dentro de BComú. El presidente ecosocialista en el ayuntamiento durante el pasado mandato, Ricard Gomà, llegó a hablar de “regalos fiscales a la movilidad privada” y a pedir “movilizaciones y alternativas”. Gomà también criticaba que las primeras ordenanzas de Trias rebajaron un 4% el impuesto de vehículos.
CiU aprobó sus ordenanzas fiscales gracias al apoyo del PP y durante los tres siguientes años se prorrogaron las cuentas que ahora ha congelado BComú.
Fuentes del gobierno municipal explicaron que “la voluntad del Gobierno es impulsar una fiscalidad que incentive una movilidad sostenible” pero pidieron tiempo para “estudiar con más calma” las distintas medidas. Y añadieron: “Proponemos ampliar las bonificaciones para los coches menos contaminantes y estamos ampliando los carriles bici y la red ortogonal de autobuses y hemos iniciado los estudios para conectar del tranvía”.
Un impuesto para cambiar el chip
Decisión polèmica. El área verde fue una de las decisiones que más polvareda levantó del mandato de Jordi Hereu (PSC): y se trataba de que los vecinos pagaran un euro a la semana por estacionar en las calles de su barrio. Con este euro se financiaba el Bicing, se limitaba el uso del vehículo privado y se hacía pedagogía sobre el uso privado del espacio público. Pese a la polémica y las quejas previas, la medida, implantada en 2005, esponjó los barrios y acabó siendo tan aplaudida que los barrios que no tenían área verde solicitaban tenerla.
Medio millón de euros. Cuando el equipo de Trias condonó el pago a los residentes sin sanciones pendientes estimaba que la medida afectaría a un 70% de los usuarios y que el ayuntamiento dejaría de ingresar entre 400.000 y 700.000 euros anuales. Todo este dinero se destinaba al Bicing.
El presidente de la plataforma Promoció del Transport Públic (PTP), Ricard Riol, aplaude en general la política de movilidad del nuevo gobierno (encargar los estudios del tranvía o impulsar la red ortogonal de bus) pero se muestra sorprendido de que el área verde no figure en el proyecto de los impuestos y tasas de Barcelona para el año que viene. “Hay proyecto pero no se ven acciones”, lamenta y alerta que pese a la ausencia de la promesa del plan de choque, el debate de cómo limitar el uso del coche es “complejo y hay que abordarlo a nivel metropolitano”. "Y hay que abordarlo este mandato. Era más dulce sacar coches de las calles con la caída del tráfico de años pasados, ahora costará más, pero hay que hacerlo, como todo es cuestión de voluntad política", afirma.
El miembro de la Junta del Bicicleta Club de Catalunya (BACC) Carles Benito lamenta “que [en los cuatro primeros meses de mandato] no se haya hecho gran cosa”. “Aunque sabemos que hay intención” de apostar por la movilidad sostenible. “La ausencia de políticas limitadoras del coche es triste”, afirma, “aunque hay mandato por delante”.
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