Pastor elude pronunciarse sobre el desvío de camiones en la N-340

La inauguración esta mañana de un tramo de la autovía A-27 entre El Morell (Tarragonès) y Valls (Alt Camp) ha servido para desencallar parcialmente una obra que acumula no menos de cinco años de retraso pero, también, para tratar de averiguar qué intenciones tiene el Ministerio de Fomento para resolver la crisis de la N-340. Santi Vila y Ana Pastor han coincidido, una vez más, en un corte de cinta y el consejero de Territorio y Sostenibilidad en funciones ha aprovechado para lanzar un órdago a la ministra. Para reducir la alta siniestralidad en la N-340, la Generalitat es partidaria de incorporar "medidas audaces para optimizar nuestros corredores" ha destacado Vila. "Hace falta buscar mecanismos de gestión de las infraestructuras", ha insistido. La ministra, por su parte, ha explicado que las fórmulas para bonificar los peajes a los camiones, para que opten por la autopista en lugar de por la carretera nacional, aun están en fase de estudio.

No es la primera vez que desde Territorio se arroja la pelota al tejado de Fomento y se pide "valentía" para desviar el tráfico de camiones por la autopista AP-7. El mes pasado, después de una semana trágica en la que cuatro personas murieron en menos de 48 horas en el tramo sur de la N-340, Vila ya tachó de "inconcebible" la falta de reacción de Fomento. El consejero es uno de los que más presiona para que se copie el desvío por la autopista del tráfico pesado que ya se aplica en la N-II en Girona.

La ministra ha demostrado estar al corriente del estrés que soporta la N-340, "23.000 vehículos diarios, un 17% de los cuales son camiones", ha dicho, y ha avanzado que en la gestión del asunto se priorizará "la seguridad". Pastor ha esquivado hablar explícitamente del posible desvío de camiones por la AP-7 hasta que no haya completado, ha dicho, la ronda de reuniones que tiene prevista para la semana que viene. Con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina, el ejecutivo de Rajoy se mueve de puntillas tratando de no levantar ampollas y, en este sentido, el gremio de transportistas ya ha dejado claro que no piensa aceptar tener que pagar peaje, ni que sea reducido, por un recorrido que desde hace décadas recorre gratuitamente.

La ministra sí ha avanzado algunos parches inmediatos para tratar de mejorar la circulación en los tramos sin desdoblar de la N-340, entre Vilafranca del Penedès (Alt Penedès) y Torredembarra (Tarragonès) y entre L'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp) y Alcanar (Montsià). Pastor ha hablado de mejorar la señalización y ha concretado la construcción de cinco rotondas, en los términos de Alcanar, Sant Carles de la Ràpita, Camarles, L'Ametlla de Mar y L'Hospitalet de l'Infant. La titular de Fomento ha presumido de haber gastado "305 millones de euros en carreteras de Tarragona durante esta legislatura". Una partida que en el territorio se contempla como escasa si se atiende al volumen de tráfico que soporta y a las necesidades que tienen sus operadores económicos. En este sentido, la prolongación de la autovía A-27 hasta Lleida se presenta desde hace años como una exigencia para poder dar salida hacia el centro y norte de la península a las mercancías que llegan al puerto de Tarragona y a las producciones del potente polígono petroquímico. El tramo inaugurado hoy por Pastor suma 9 kilómetros más de vía rápida, pero la autovía muere en un cuello de botella a la altura de Valls.