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La escuela de moda Felicidad Duce se abre a otras disciplinas del diseño

El nuevo LCI Barcelona inaugura un edificio en el centro de la ciudad pero tendrá el campus definitivo en el 22@

Mar Rocabert Maltas
La señalización gráfica inunda los espacios de la nueva escuela.
La señalización gráfica inunda los espacios de la nueva escuela.LCI Barcelona

La escuela de moda Felicidad Duce se ha aliado con LCI Education, una red internacional de enseñanza con sede en Montreal (Canadá), para ofrecer otras disciplinas y convertirse en uno de los centros privados de referencia en diseño. En una nueva sede, situada en la calle Balmes, la escuela surgida de la fusión, LCI Barcelona, ya ofrece este curso títulos superiores oficiales en diseño de producto, interiores y gráficos, además de moda, la disciplina originaria del centro, creado el 1928.

Para acoger este crecimiento, la escuela ha apostado por la rehabilitación de un edificio en el barrio de Sant Gervasi, de 2.700 metros cuadrados divididos en dos plantas, que formará a un millar de alumnos al año. El espacio se ha diseñado con vocación efímera porque la sede definitiva se construirá en el distrito 22@, en un terreno de 8.000 metros cuadrados, que estará acabada de aquí a unos cuatro años. LCI Education tiene 22 escuelas en 12 países, y la catalana es la primera de Europa.

Con una formación basada en el design thinking, según explica la directora, Sílvia Viudas, la escuela sigue ofreciendo los títulos de moda (comunicación, diseño y patronaje), a los que suman las disciplinas de diseño de producto (doméstico y urbano, tecnológico de interacción, diseño para la movilidad), diseño de interiores (espacios comerciales, vivienda, espacios expositivos) y diseño gráfico (diseño multimedia, aplicaciones digitales, motion graphics).

La escuela felicidad Duce se ha convertido en LCI Barcelona.
La escuela felicidad Duce se ha convertido en LCI Barcelona.

La directora quería que el edificio “respirara arte” para visualizar la apertura a nuevas disciplinas y el objetivo se ha conseguido con una apuesta gráfica potente para señalizar los espacios, que firma el estudio Soon in Tokyo. Con la técnica del tape art, una forma de arte callejero hecha con cintas adhesivas en lugar de esprays, las indicaciones cruzan el edificio de arriba a abajo y tienen el epicentro en el patio interior, una zona de encuentro presidido por una gran ilustración de múltiples colores que representa la explosión artística, y donde una enorme claraboya inunda el espacio de luz natural, convirtiéndolo en un jardín interior.

Esta licencia artística conjuga bien con la reforma arquitectónica de Circular Studio, que ha aprovechado muchos de los materiales existentes en el edificio, la antigua sede del Instituto Cartográfico de la Generalitat, por la condición efímera del espacio. Precisamente, para que la atrevida señalización funcione, han apostado por jugar sólo con el blanco y el negro. Mientras que las aulas son claras, en las partes comunes, como el ágora y el office, domina la oscuridad.

El método Feli

Felicidad Duce Ripollès creó en 1928 la escuela de moda que lleva su nombre, todo un referente nacional e internacional. Con más de 85 años de experiencia, el centro forma cada año a 600 creativos de la moda y tiene un método de patronaje propio, conocido como ‘método Feli’, que consiste en utilizar siete tiras de cuero unidas mediante pasadores correderos que se adaptan al cuerpo y permiten hacer las piezas a medida. En el nuevo centro, un aula bautizada como Felicidad Duce, nombre que sigue llevando la escuela de moda, velará para que no se pierda la esencia de esta mujer pionera de la enseñanza. Por sus aulas han pasado diseñadores como Josep Font, Celia Vela, Juan Vidal, Manuel Bolaño o Krizia Robustella.

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Sobre la firma

Mar Rocabert Maltas
Es periodista de tendencias y cultura en la redacción de Cataluña y se encarga de la edición digital del Quadern. Antes de llegar a EL PAÍS, trabajó en la Agència Catalana de Notícies. Vive en Barcelona y es licenciada en Periodismo por la Universitat Pompeu Fabra.

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